¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

El tránsito es un riesgo para transeúntes y conductores en calles, avenidas y autopistas del país en las que frecuentemente se irrespetan las leyes de regulación y se actúa como si manejar un automotor fuese una licencia para desplazarse a gran velocidad según prisa o antojo. La situación del tránsito, sobre todo la circulación urbana y suburbana, es una de las realidades más críticas de la República Dominicana que en los últimos veinte años ha aumentado irracionalmente su parque vehicular porque los organismos encargados de regular y planificar ese servicio, se tornaron incompetentes para esas funciones.
En una incompetencia de los sucesivos gobiernos del país, como también ocurre con la electricidad, se ha intentado solucionar creando nuevas entidades que no han podido resolverla debido a una falta de visión de conjunto de los actores involucrados para acometer ese reto donde intervienen sectores que se aprovechan del caos y el desorden imperante.
Datos de la Dirección General de Impuestos Internos indican que hasta diciembre del 2016 el parque vehicular del país era de 3 millones 854 mil 038 unidades, registrándose 241 mil 074 vehículos nuevos respecto al año 2015.
De estos vehículos el 54% son motocicletas y el 21.2% automóviles, concentrados mayormente en Santo Domingo y Santiago.
Sin duda, a esto se debe que la capital se haya convertido en una ciudad propicia del sobresalto ocasionado por los ruidos producidos por los carros, autobuses, camiones, motores, yipetas, furgonetas, bicicletas, triciclos y todo medio de transporte en buenas y malas condiciones.
Las dificultades del tránsito y la circulación peatonal cada vez es más peligrosa y caótica, obligan al ciudadano consciente a vivir repetidos instantes de histeria e impotencia que debe apaciguar con gran esfuerzo para controlarse y no salir con un bate a destruir todas las entidades fundadas para dirigir y organizar el tránsito.
Los propietarios de los más de 3 millones de vehículos que circulan en el país pagaron el año 2016, 12 mil 554.4 millones de pesos, superando el 2015 la recaudación del año anterior en 2 millones 497.200 pesos.
El aporte no es nada desdeñable; suficiente para que las autoridades, dado el peso de la recaudación de ese renglón, se enfocaran en formar y capacitar los cuadros profesionales que se necesitan para estructurar el sistema de tránsito del país y planificar ese renglón, como hacen todos los países del mundo.
Un Estado es y debe servir para pensar la sociedad en función de su población, para facilitar equitativamente la satisfacción colectiva de los servicios y los derechos de las personas, previendo, produciendo y proveyendo los recursos esenciales para la vida de los ciudadanos.

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