¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento.

José Luis Sampedro.

El Papa Francisco ha unido su voz a las de otros religiosos como el maestro del budismo de Nichiren Daishonin, Daisaku Ikeda, presidente de la Soka Gakkai y propulsor de la Carta de la Tierra, un llamado a la humanidad para preservar la naturaleza y los recursos del planeta.

En la Carta Encíclica Laudato Si’ mi Signore (Alabado seas mi Señor”) referente al cuidado de la Casa Común, el Papa expone las condiciones en que se encuentra el planeta que aloja la vida y al ser humano, vinculándolo a todos los aspectos sociales y la producción mundial.

El mensaje del Papa es alentador. Es una enorme incongruencia que las personas destruyan el orden natural que los contiene como si ignoraran que su existencia está indisolublemente atada a la naturaleza, que todos los elementos que hay en ella constituyen su propio cuerpo y que no somos más que un micro universo del gran universo. Quizás sus palabras ayuden a despertar las conciencias.

La posición de la iglesia Católica difundida el 24 de mayo en ocasión de las fiestas de Pentecostés es expuesta por monseñor Francisco en seis capítulos, 38 acápites y 256 artículos en los que expone los aspectos más agobiantes que afectan al planeta. Primero hace un recuento de las encíclicas de los Papas Juan XXIII, Pablo VI, San Pablo II, Benedicto XVI, de los planteamientos del Patriarca Bartolomé y su arrepentimiento sobre dañar el planeta y de la identificación de San Francisco de Asís con la ecología.

En su llamado, Francisco dice a los católicos y a todas las personas de buena voluntad que: “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado.

La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos”.

El pronunciamiento del Papa abarca la crisis del agua, la contaminación y el cambio climático, el deterioro de la calidad de la vida humana, la pérdida de la biodiversidad, la degradación de hábitat entre otros temas que debemos afrontar para salvar nuestro país y el mundo.

Esperemos que la feligresía católica en el país asuma estas reflexiones y responda a este llamado.

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