La construcción del concepto de ciudadanía ha costado esfuerzos y sacrificios al pueblo dominicano desde que los primeros pensadores, en contacto con otras realidades, adquirieron conciencia de derecho y aspiraron a los beneficios de vivir en una sociedad basada en la justicia.
La construcción de ciudadanía es un proceso en el cual la persona se educa desde el sentido de pertenencia a un colectivo, asumiendo en sus actuaciones y personalidad los valores de su comunidad, respetándolos y aplicándolos desde que tiene la edad necesaria para ejercer sus derechos.
Los valores de una comunidad son herramientas positivas para que una sociedad democrática se desarrolle en orden, en paz y en miras al progreso ético, material, tecnológico, científico y cultural.
La familia y la escuela tienen un papel fundamental en la construcción de ciudadanía, por ser los responsables más directos dentro del Estado, para inculcar en l@s niñ@s y jóvenes una conciencia reflexiva y crítica, para formar seres libres, autónomos y responsables.
L@s ciudadan@s que habitan un Estado democrático, nacionales o extranjeros, necesitan tener conciencia de sus derechos y deberes, de los límites y prerrogativas que tienen en su ejercicio ciudadano, de que pertenecen a una sociedad con la que comparten sentimientos de patria-patrimonio que deben respetar y honrar, especialmente cuidando el medio ambiente y los recursos naturales, los bienes y fondos públicos y compartir la pretensión de su participación política de modo responsable, en pro del bien común.
En ese proceso, iniciado desde la época de la colonización, el pueblo dominicano ha visto morir líderes, campesinos, intelectuales y ciudadanos a los que la aspiración de ser tratados con justicia y la búsqueda del bien común los llevó a levantar su voz para reclamar sus derechos.
El proceso de construcción de ciudadanía ha sido protagonizado por los sectores populares, distinto a otros países donde las clases gobernantes y las elites políticas lo han gestado desde el poder.
Aquí es el pueblo mismo que, en base a enfrentamientos con los sectores dominantes negados a reconocer los derechos de la gente y compartir con equidad los beneficios de los recursos disponibles ha construido ciudadanía.
Es hora de que los políticos y funcionarios sean conscientes de que el pueblo los observa, que sigue sus actuaciones y los enfrenta para que cumplan el compromiso de dirigir la nación con el mayor decoro, honestidad y transparencia.
La democracia es el gobierno del pueblo y para el pueblo, las instituciones creadas para garantizar los derechos a los ciudadanos tienen que ser dirigidas con transparencia, sentido de equidad y de justicia, si esas condiciones no son cumplidas la población tiene la obligación y el deber de exigir que se haga siguiendo las leyes, las normas y los reglamentos que las rigen.
Ejercer ciudadanía es estar alerta siempre, actuando en defensa de los derechos humanos, políticos y sociales, con conciencia solidaria y por el bien común de todos los miembros de la comunidad.
La lucha contra la impunidad, por el cuatro por ciento, por Loma Miranda, Los Haitises, la defensa de las áreas protegidas, la Seguridad Social, entre otras, constituyen procesos de construcción de ciudadanía que marcan un avance en la conciencia social dominicana.