¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Nunca es tarde si la dicha es buena dice el refrán que aplicamos al hecho de que pasaran cincuenta y dos años para reconocer pública y socialmente el aporte que hicieron al país los fundadores del Tae kwon Do dominicano. Sin embargo, la tardanza valió la pena por las emociones vividas y la trascendencia del acontecimiento.
El domingo 16 de junio fue escogido por el Consejo de Maestros Fundadores y Propulsores del Tae kwon Do dominicano (CDMFPTKDD), para tributar un reconocimiento a los pioneros de esa disciplina, actividad que debe ser tomada como ejemplo para las instituciones que enaltecen personas sin haber demostrado su valor con el paso del tiempo.
Fue un acto de enaltecimiento cívico ejemplar a un grupo de deportistas que escogieron el Tae Kwon Do como estilo de vida con el cual enrolaron muchos jóvenes, para entrenarlos a vivir en los valores que hacen de una persona un ciudadano ejemplar y prestigioso.
El Primer Ceremonial de Reconocimiento del Tae kwon Do, 52 Aniversario de la llegada a la República Dominicana, es de las actividades que estimulan a la juventud a prepararse para ser útiles a la sociedad en conocimiento, verticalidad, honradez, laboriosidad, inteligencia, dignidad, integridad, sabiduría, solidaridad, destrezas e ingenio, entre otras cualidades que la modernidad no promueve.
Este evento fue de una carga emotiva impresionante, los homenajeados son dominicanos que poseen una hoja de vida limpia que les hace merecedores del respeto social por conducirse coherentemente bajo los preceptos practicados por la gente de bien.
Cuando el maestro de ceremonias, Ellis Pérez, salió a escena, los invitados inmediatamente se percataron de que serían partícipes de una actividad de la que saldrían motivados a luchar por una vida victoriosa desarrollando lo mejor posible sus potencialidades.
Es que don Ellis era uno de los taekwondoistas homenajeados, un ciudadano notable que en su juventud se vinculó a una forma de vida sana, aprendiendo a ser mejor persona. No llegó a cinturón negro, pero adquirió en el ejercicio deportivo las herramientas para formarse como persona digna y aportar en excelencia a su país como profesional y ciudadano dominicano.
La misma conducta caracteriza a todos los homenajeados, empezando por el Maestro de todos, el padre del Tae kwon Do en la República Dominicana, profesor José Ramón (Cuqui) Reyes, persona que, como dicen con sublime admiración sus alumnos, es un hombre intachable dotado de muchas virtudes entre ellas el amor a la patria, la humildad, la disciplina y la seriedad.
Los maestros homenajeados fueron además de Reyes, Roberto Álvarez, Cesare Rímoli, Jesús Feris Iglesias, Marino Ginebra, José M. Portela, Rafael Mota, Marcos Wilamo, Ramón Smith, José Rincón, Alberto Rincón, José Lebrón, Frank Jorge, Norberto Puello, Sócrates Puello y Leónidas López, a quienes sus discípulos se referían con elogiosas palabras por haber hecho admirablemente una vida victoriosa.
Hubo un espacio para recordar a los fallecidos maestros general Choi Hong Hi, Jhoon Rhee, Rafael Wilamo, Vitelio Echavarría, Víctor Gloder, Leo Lovatón, Sócrates Mendoza, Chichí Peña, Wilfredo Colón, Marcos Pérez, Rafael frías y Antonio Senra Asilis.
Desarrollados física y mentalmente basados en la norma del TAE KWON DO, como reza su credo, los homenajeados han mantenido la amistad y la unidad a pesar de los múltiples caminos en sus vidas y nunca han empleado lo aprendido en favor de causas injustas.
Qué bueno que sus mentes, sus cuerpos y sus corazones continúen dedicados a la defensa del derecho.

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