Al 2018 le quedan pocas horas, durante sus 365 días ocurrieron acontecimientos estremecedores en la geografía mundial relacionados con la supervivencia humana y natural, la soberanía de países, confrontaciones bélicas e ideológicas, la corrupción, el autoritarismo, la intolerancia, perversidad, violencia, infamia y muerte.
Muchos de los sucesos ocurridos se supieron por diversos medios, dependiendo de su magnitud, originalidad, impacto e interés de los conglomerados humanos en las distintas latitudes del planeta.
Este año el nacionalismo extremo, uno de los fenómenos sociales más dañinos para la humanidad, se recrudeció en Europa, América Latina y el Caribe surgiendo grupos y movimientos opuestos a que se admitan los inmigrantes que salen de sus lugares de origen empujados por las guerras o las condiciones adversas en las que se encuentran.
El presidente estadounidense distanció esa nación de países con los que sostenía buenas relaciones expresando comentarios y opiniones insultantes que hirieron los sentimientos de México, Venezuela, Cuba, Brasil, Haití, la República Dominicana, Nicaragua, Puerto Rico, Irak, Rusia, Turquía, España, Alemania y las mismas Naciones Unidas.
En los albores del nuevo año el futuro político y económico global se percibe incierto por la cantidad de problemas que deben ser afrontados para garantizar el orden y el equilibrio mundial de las fuerzas productivas y la satisfacción de las necesidades de los habitantes.
El mal llamado Viejo Continente, que se había abrazado a la globalización pensando en que se solucionarían muchos problemas, enfrenta serios cuestionamientos a las políticas asumidas por los países de la Unión Europea que adoptaron moneda, tipo de cambio, flujo de ciudadanos, visados y, sobre todo, políticas económicas comunes.
Nadie puede sustraerse a pensar en el futuro, ni a desear que la distorsión de valores imperante sea desplazada por principios y pautas que fundamenten la buena convivencia y la paz en el mundo.
Es propicio el cambio de año para propugnar porque:
1. Cada individuo ame al prójimo como a sí mismo;
2. Los países sean respetados sin importar su tamaño, capacidad económica o militar;
3. Los pueblos determinen su propio destino;
4. La gente viva éticamente;
5. Cada quien cuide el orden natural;
6. La Prensa reivindique su papel;
7. Los periodistas ejerzan con decoro y honorabilidad;
8. Los políticos sean honestos;
9. Los países fronterizos vivan en paz;
10. Las mujeres, los niños y las niñas sean realmente protegidos;
11. El Presidente, los funcionarios y los legisladores estén conscientes de sus responsabilidades frente al pueblo;
12. Se priorice reestructurar el Sistema de Salud;
13. Los ciudadanos participen en las discusiones de los asuntos nacionales;
14. Haya justicia honesta;
15. La política del Estado se centre en resolver los problemas sociales;
16. Se informe claramente qué se hace con los recursos económicos;
17. Se permita a la familia disponer de empleos para ganarse el sustento, renglón tan importante que este año debería ser priorizado entre las políticas del gobierno del presidente Danilo Medina Sánchez.
Para todo el pueblo dominicano deseamos que este año 2019 sea un tiempo de bondad, de buen entendimiento, de trabajo, prosperidad, sosiego y paz.
¡¡Feliz 2019!!