Marzo, mes de la mujer, terminó con una estela de tristezas por muertes, discriminaciones y desigualdades en el desenvolvimiento habitual de las dominicanas en el hogar, los centros laborales y en los espacios en que su presencia es vista como una dispensa y no como un derecho de la humana femenina.

Este año sumaron más de 12 las muertes de ciudadanas y niñas dominicanas y algunas extranjeras víctimas de violencia de género, intrafamiliar, atracos y delincuencia callejera en la capital, en Santiago, Valverde, Azua, La Romana, Puerto Plata Y Salcedo, entre otras localidades.

Muchas de las fallecidas murieron en manos de sus esposos, compañeros de vida, novios y enamorados, algunos de los cuales se suicidaron tras también asesinar a sus propios hijos, actos que evidencian el estado de enajenación mental y emocional que los afectaba.

La violencia intrafamiliar es el peligro principal que las mujeres afrontan en el hogar donde los roles del varón y la hembra muchas veces generan diferencias que generalmente conducen a discusiones, peleas, agresiones y muertes, especialmente si los contendientes carecen de control y formación para dirimir las diferencias.

Este es uno de los factores que ha motivado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a apurar a los gobiernos a que desarrollen campañas educativas y amplíen las oportunidades de empleos, formación y capacitación de las mujeres, a fin de cambiar la percepción de la imagen femenina en las sociedades.

Desde hace 44 años, los grupos feministas con voz en la ONU y organismos internacionales de integración mundial denuncian las situaciones que limitan el desarrollo de la mujer. Sin embargo, aunque los gobiernos se adhieren a convenios y tratados con ese propósito, no los asumen con la voluntad política necesaria para lograr el cambio conductual que debe producirse para situar en condiciones de igualdad a las mujeres.

¿Qué hace que se considere a la mujer un ente frente a quien el hombre, e incluso ellas mismas, deben tratar con recelo, como si fuese un ser retorcido, incapaz y dañino? La realidad indica que el 35% de las dominicanas ha sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja y el 26% ha reportado haber tenido al menos una experiencia de violencia física.

De acuerdo a estadísticas de la Procuraduría General de la República, anualmente son asesinadas cerda de 200 mujeres, más de la mitad de estos asesinatos los cometen las parejas anteriores o actuales de las víctimas.

Asimismo, una de cada 10 dominicanas ha sido víctima de violencia sexual en algún momento de su vida y el 80% de las violaciones sexuales son infligidas por la pareja actual o anterior de las afectadas.

Otra forma de violencia y discriminación es la que sufren niñas y adultas negras rechazadas u objeto de mofas por el pelo crespo sin alisar o desrizar como ha impuesto esta sociedad que culturalmente niega sus orígenes afrodescendientes.

¡Vasta de inequidades! ¡Que cada persona lleve su pelo como le plazca!