¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Es tiempo de que el sur profundo ponga a producir sus recursos en los renglones del turismo, particularmente el ecológico, de observación de aves y naturaleza, pesca, minería artesanal, medicina natural, entre otros bienes identificados y estudiados con el objetivo de activar la economía de las poblaciones de las regiones fronterizas.
Muchos se preguntan qué esperan las autoridades del Gobierno central y las locales para iniciar los proyectos que podrían cambiar las condiciones económicas y la vida de esos lugares, donde unos “vivos” extranjeros han cercado y desviado la entrada a la Cueva de Bahía de las Águilas, acto que las instituciones responsables de velar por los recursos del país deben deshacer.
En los mismos ojos de las autoridades el italiano Augusto Aldo Meroni, promotor del proyecto Eco del Mar,cerró el camino hacia la comunidad de La Cueva, la entrada a Bahía de las Águilas, sin que hasta ahora se sepa por qué lo permiten.
En el 2012 Meroni adquirió al Estado 314,432 metros cuadrados de terrenos que le fueron vendidos a 235 pesos el metro cuadrado, o sea, a menos de 5 dólares el metro, cuando el valor de esas tierras es superior a doscientos dólares el metro cuadrado.
El desconocimiento del destino de los potenciales recursos de Pedernales, incomoda a la población, a las asociaciones de pescadores, agricultores, a los inversionistas locales, artesanos y transportistas marinos, porque mientras se les impide a ellos trabajar, al extranjero le facilitan el litoral, “se saca al nativo para entregarle todo a los forasteros”, se quejan las personas.
Los pueblos del Sur tienen suficientes renglones para generar empresas y empleos, pero sus gentes languidecen porque no hay autoridades dispuestas a trabajar para desarrollar las potenciales fuentes productivas de esos lugares.
En esa zona hay terrenos apropiados para crear canteras secas de materiales para la construcción que, explotadas por el Estado con las recomendaciones científicas de ese tipo de explotación, podría ser una fuente económica importante, además de que se reorientaría la extracción de los áridos en el país a una cultura menos nocivas para los ríos ya dañados por la acción depredadora de las empresas del ramo.
Las minas de Larimar y de ámbar son otras fuentes que su industrialización no ha prosperado debido a que se ha carecido de los criterios empresariales y de marketing adecuados para convertir los artesanos de la zona en líderes del mercado de joyas mediante una empresa estatal dedicada a ese tipo de labor.
En Pedernales, hombres y mujeres en plena capacidad productiva, jóvenes, niños, niñas y ancianos deambulan por las calles o se juntan a jugar dominó o a charlar largas horas matando el tiempo desde que se levantan hasta la hora de acostarse.
Esas poblaciones verían esperanzadas que el INFOTEP empezara a impartir carreras técnicas para prepararlas en lo que comienza el desarrollo prometido de esa región y que se garantice la calidad, pertinencia y legalidad de las inversiones.

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