¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

Pocas semanas han transcurrido desde las partidas de esta existencia del periodista Danilo Polanco y de doña Licelotte Catalina Marte de Barrios, personas muy conocidas, apreciadas y valoradas por diversos sectores de la sociedad por ser personas sensibles a los problemas de los demás y de fino trato.
Danilo ejerció el periodismo por más de 50 años en diversos medios de comunicación; su trabajo principal lo desempeñó en el departamento de prensa de la Presidencia donde trató con los periodistas que cubrían esa fuente o debían gestionar entrevistas al mandatario o a los funcionarios palaciegos.
Doña Licelotte fue una dominicana con sensibilidad social. Inteligente, feminista y consciente de que como mujer tenía la responsabilidad de contribuir a que en el país se abrieran las puertas del desarrollo a sus congéneres. Asumió ese papel como persona, extrapolándolo a la política y a las funciones que ejerció en las instituciones del Estado donde laboró.
Ella y Magaly Pineda sostuvieron una amistad estrecha y sincera mediante la cual consolidaron una mutual civil y oficial que fue una especie de puente vinculante por el que transitaban los proyectos favorables a la mujer que necesitaban aprobación del Gobierno.
Carmenchu Brusiloff, en su libro Retazos de una Vida, cuenta haberse interesado en el mundo de las desigualdades que afectan la mujer a través de Licelotte, de Magaly Pineda, Martha Olga García y Magaly Caram, quienes la sensibilizaron sobre la importancia que tenía escribir sobre esos problemas en el Listín Diario.
A pesar de sus diferencias ideológicas, ambas actuaron compromisariamente desarrollando estrategias para que el Estado concediera espacio a las mujeres y se insertaran en las actividades productivas y en todos los órdenes.
Ellas y otras mujeres como Lourdes Contreras, Martha Olga García, Margarita Cordero, Sergia Galván, Milagros Ortiz Bosch, Nélsida Marmolejos, Eulogia Familia, Lila Alburquerque, Rosa Roa, impulsaron desde el Congreso Nacional las leyes sobre la Mujer, Niñas, Niños y Adolescentes y las primeras políticas públicas tendentes a conjurar la inequidad de género y a promoverla liberación femenina.
En los años que el movimiento feminista mundial luchaba desde la Organización de las Naciones Unidas evidenciando la inequidad del patriarcado, Licelotte era el canal para llevar a los estamentos decisorios del país las propuestas que debían ser aprobadas por el Gobierno.
El periodista Danilo Polanco siempre será amorosamente recordado por los (as) periodistas que lo trataron y fueron sus amigos durante todos los años que trabajó en el Departamento de Prensa del Palacio Nacional.
Compañero eficiente en el desempeño de sus labores, cooperador, sencillo, honesto, educado y perspicaz, nunca se ufanó de estar tan cerca del poder y de codearse con quienes ejercían los puestos cimeros de la Nación en los sucesivos gobiernos de los partidos reformista, perredeista y peledeista.
Mientras algunos sacaron beneficios a su posición de periodistas asignados al Palacio, Danilo, conocedor de las idas y vueltas del poder, jamás utilizó esa condición para beneficiarse. Vivió trabajando en varios lugares al mismo tiempo y nunca usó el tráfico de influencia para fines vergonzantes.

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