¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

El calendario de la Junta Central Electoral empezó a rodar y asimismo se han intensificado el trajín y la propaganda en los partidos por la postulación a la Presidencia, la Vicepresidencia, el Congreso y los cargos municipales, en las que se ven muy activos los hombres, pero las mujeres no están participando con el mismo impulso que los varones.
En esta oportunidad en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) 11dirigentes medirán recursos y poder para obtener la candidatura presidencial en las primarias, en que se escogerán también los candidatos y candidatas a las distintas posiciones de la administración del país.
Entre ese grupo hay una sola mujer, Maritza Hernández, cuando esa organización tiene decenas de militantes, lideresas que, si se sintieran respaldadas por la dirigencia de ese partido como tal y no como preservadora de intereses propios o grupales, cambiarían esa proporción. Se postularían a las distintas representaciones.
En el Partido Revolucionario Dominicano, donde su líder fallecido José Francisco Peña Gómez, se caracterizó por promover el desarrollo político de las militantes, el actual presidente Miguel Vargas, ha anunciado que la mayoría de las candidaturas serán asignadas a mujeres, pero no se nota ningún activismo que hasta ahora permita suponer que esa promesa será realidad.
Lo mismo pasa en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), pese a que en este partido militan mujeres con experiencia en organización de masas y tienen una práctica política que le ha reportado el reconocimiento y respeto de la población.

La situación de inequidad en que la sociedad patriarcal tiene sometida a la mujer la amenaza permanentemente frustrando o retrasando su avance como ente capaz y sujeto de los mismos derechos que el hombre, como se ha visto con la Ley de Partidos aprobada recientemente y que ha cercenado la aplicación de la cuota del 40 por ciento en la participación eleccionaria que persigue eliminar las asimetrías de género.
A pesar de constituir la mayoría de votantes, con esa ley las mujeres siguen siendo minoría en los órganos ejecutivos y de representación elegibles en los comicios.
La propia estructura de dirección de los partidos expresa la desigualdad imperante. El estudio “Más Mujeres, Más Democracia: Desafíos para la Igualdad de Género en la Política, realizado por Rosario Espinal y Sergia Galván, basado en la participación política y el acceso a la justicia contenciosa electoral de las mujeres en las elecciones generales del 2016 se revela que: “Casi todos los presidentes y secretarios generales de partidos políticos son hombres. De 26 partidos políticos registrados en la JCE para las elecciones de 2016, solo uno lo preside una mujer y únicamente en dos hay una mujer ocupando la secretaría general.”
La construcción de una sociedad democrática, equitativa y justa es una tarea pendiente para la población dominicana. Se requiere un proceso constituyente que instaure nuevas normas y convierta las instituciones del Estado en verdaderos garantes de los derechos y estímulo y guía en el cumplimiento de los deberes ciudadanos.

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