¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Los cientistas sociales insisten en que los tiempos han cambiado. Indicios de esos cambios son las diversas maneras de que se dispone para comunicarse mediante modernos inventos tecnológicos que han potencializado el derecho de la libre expresión del pensamiento en el mundo.
Estos cambios impactan especialmente a las personas, ahora quien así lo desee y disponga de recursos, puede a través de un celular inteligente, un canal de internet, en las redes sociales o cualquier otro medio tecnológico digital, ejercer el derecho a decir, denunciar, quejarse u opinar sobre cualquier evento que le beneficie, perjudique odespierte su curiosidad.
Hoy es casi imposible impedir que los acontecimientos de interés humano, social, político, cultural o económico sean difundidos y se conviertan en hecho del dominio público desencadenándose alrededor de este todo tipo de comentarios que dependiendo de su dimensión, importancia o personalidades involucradas adquieren menor o mayor relevancia.
El desarrollo de las tecnologías aplicadas a las telecomunicaciones ha dado a las personas la posibilidad de ejercer el derecho a la libre expresión y a los periodistas, continuar su trabajo cuando los medios donde laboran o los gobiernos quieren coartarlos, amordazarlos, le cierran abusivamente sus programas o piden su despido.
El Gobierno ha tratado de callar las voces de algunos periodistas que se diferencian de muchos otros, acomodados a los beneficios que les da permanecer ciegos ante las transgresiones cometidas por los funcionarios en detrimento de los recursos del Estado y del orden democrático establecido luego de largas luchas del pueblo para vivir en democracia.
Primero fue Altagracia Salazar, luego Edith Febles y ahora es Marino Zapete, pero no han podido amordazarlos y han continuadoejerciendo el oficio por canales, emisoras, portales redes sociales de Internet por las que emiten informaciones nacionales e internacionales, las analizan, comentan y expresan sus consideraciones.
En la campaña para las recién concluidas primarias del PLD, muchos funcionarios, obnubilados con la obsesión de seguir en el poder, ni cuenta se han dado del perjuicio que han ocasionado a la organización política fundada por el profesor Juan Bosch con esperanza de que fuese el medio para la democracia y el honesto ejercicio de la política en el país.
La verdad no se esconde acallando periodistas que trabajan con criterio independiente y crítico.Se enfrenta investigando sus denuncias, asumiendo los necesarios correctivos o desmintiendo con documentos e incluso sometiéndoles a la justicia y exigiendo reparación cuando se consideren injuriados.
El uso arbitrario del poder del Estado contra periodistas y medios es una felonía comparable a la apropiación de los recursos públicos para propaganda partidaria acciones pasibles de ser juzgadas en los tribunales por abuso de poder ymanejo indebido del presupuesto.
El derecho a la libre expresión y el derecho a la información, garantizados por la Constitución, deben ser defendidos por toda la sociedad. El silencio y la uniformidad impuestos por el soborno, la intimidación o la represión directa constituyen el soporte de las dictaduras y la cortina para ocultar la corrupción y otros pecados del poder.

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