¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

Nexcy d’León

Las canastas, regalos y el doble sueldo navideño con sus variantes, tienen origen en la mala distribución de la riqueza que arrastra el mundo y sus sociedades cimentadas en las injusticias de los que ofrecen trabajo a los pobres a cambio de salarios que no permiten al trabajador satisfacer sus necesidades y vivir dignamente.

Desde hace siglos los ricos y comerciantes sentían obligación de compensar a los trabajadores y servidores el buen servicio rendido durante el año; lo hacían regalándoles una canasta llena de golosinas y licores para compartir con sus familiares, conscientes de que con los escasos sueldos que les pagaban no podían festejar ni asistir a las fiestas luciendo ropas nuevas o comprar buenos licores.

Esta tradición nació en la Antigua Roma y aún se practica en Europa, África, Norteamérica y América Latina, aunque ha sufrido modificaciones por el uso que los políticos le han dado de señuelo a cambio de voto.

En el caso dominicano, la Canasta Navideña ha degenerado en la entrega de funditas para clientelismo político. Joaquín Balaguer siempre será recordado como el político que desvirtuó de su sentido la canasta navideña.

En principio, en el Gobierno de los doce años, Balaguer daba a los pobres canastas navideñas de mimbre que contenían dulces de Navidad, arroz, un pollo, aceite, sal, espagueti, un vino tinto, entre otros productos que fueron encareciendo debido a la errática política económica dirigida a convertir la población pobre en paupérrima y a que tuviera que acudir a la puerta del Presidente a forcejear por una fundita de alimentos. Esta práctica ha sido continuada por todos los gobiernos.

Según la historia, los romanos fueron los primeros en obsequiar las canastas navideñas llamadas “sportula”.

El patrón repartía una cesta de comida a los trabajadores.
Los romanos pobres vendían sus servicios a un patrón que les protegía y daba sustento a cambio de que el cliente como se llamaba al servidor, le rindiera algunas labores como despertarlo en la mañana y darle los buenos días.

En ese momento, denominado “salutatio matutina”, el patrón aprovechaba para entregar la “sportula” al cliente. Entonces, como en la actualidad, las cestas eran hechas de mimbre y las llenaban de higos, laurel entre otros alimentos.

En Inglaterra esta tradición también tiene el concepto de las Canastas de Navidad, pero se instituyó como el “Boxing Day”, festividad celebrada en el Reino Unido y las naciones que pertenecieron al Imperio británico. Se celebra el 26 de diciembre y durante la fecha se hacen donaciones y recaudaciones para entregar regalos a los pobres.

“Boxing Day” proviene de la tradición anglosajona de dar una “Christmas box” cuya traducción al español es Caja o Paquete de Navidad; se entregaba a carteros, mensajeros, trabajadores del servicio doméstico.

En Sudáfrica, antigua colonia británica, los lecheros y recogedores de basura acostumbran tocar las puertas preguntando por una ‘Christmas Box’, recibiendo una donación en metálico, la semana anterior o después de la Navidad, algo similar hacen aquí esos grupos sociales y los repartidores de periódicos.

Es necesaria y urgente una sociedad en la que los regalos navideños no sean una compensación insuficiente a las necesidades insuperables de los pobres y marginados que generan la desigualdad y la explotación y en la que la expresión FELIZ NAVIDAD implique una profunda voluntad de cambio.