El Congreso es lento para proteger a la mujer, ágil para legalizar juegos de azar
En la columna de hoy comparto la opinión de Luis Carvajal sobre las tres causales y reitero mi total apoyo a la lucha que libran organizaciones de mujeres en procura de su inserción en el Código Penal.
ANACRÓNICO Y ABSURDO DEBATE
Incorporar la despenalización de la interrupción del embarazo cuando se verifique que representa un riesgo para la vida de la mujer, sea fruto de una violación o incesto o existan malformaciones fetales incompatibles con la vida no es promover el aborto ni atentar contra la vida.
Estrategias adecuadas de educación y orientación sexual, acompañamiento en salud y promoción de políticas públicas que permitan superar las desigualdades y prejuicios que convierten a la mujer en objeto de servicio sexual y sujeto víctima de legislaciones que niegan las doctrinas en que supuestamente se fundamentan.
En un “Estado democrático y de derechos” constituye un absurdo que a una mujer violentada por una violación se le condene a ser victimizada de manera permanente al no poder decidir sobre una circunstancia infortunada.
¿Cómo explicar que un violador adquiera, si lo decide reconocer, derechos sobre una paternidad impuesta que le permiten un vínculo eterno con sus víctimas o, en el otro extremo, no tenga absolutamente ninguna relación ni responsabilidad?
La mujer victimizada por una violación solo ella puede y debe decidir como lidiar con esa situación.
Cuando un embarazo pone en peligro comprobado la vida de una mujer a ella y solo a ella le corresponde decidir si asume las implicaciones de su situación y a partir de sus circunstancias y criterios decidir su destino y su propia existencia.
Son muchas las variables que inciden, entre otras, la responsabilidad de una familia que incluye menores en formación que puede quedar desamparada si ella fallece.
¿A cuál criterio moral se adhiere la obligación de mantener hasta el final un embarazo en el cual el feto tiene condiciones incompatibles con la vida cuando en fase temprana se ha comprobado la inviabilidad?
Puede un “Estado democrático y de derechos, aconfesional y laico” imponer a toda la sociedad los valores y conductas asumidos por entidades religiosas que tienen todo el derecho de ejercer y ser coherentes con sus creencias, pero no pueden ni deben pretender convertir en leyes sus nvisiones y moral.
Al inicio de la tercera década del siglo XXI resulta anacrónico y absurdo que nuestros legisladores están entrampados en debates de la Edad Media. Descubrir que congresistas de partidos como el PRM, PLD y FP se suman a una visión ultraconservadora que niega sus orígenes y proclamas produce una decepción profunda a quienes creyeron en sus discursos y poses.
Las mujeres y los hombres tendremos que seguir luchando por nuestros derechos y por la democratización de nuestro país, sobre todo necesitamos superar el ridículo de nuestros políticos asentados en el Congreso Nacional que han legislado con inusual velocidad para legalizar juegos de azar, comprometer patrimonios, facilitar la enajenación de bienes del Estado o para conceder privilegios fiscales y han aplicado la velocidad de la tortuga y la marcha del cangrejo cuando se trata de proteger a la mujer y con ella a toda la sociedad.
Seguiremos luchando.
Luis Carvajal.