¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Nexcy d’León

Qué día resucitarán los muertos acaecidos antes de la época del fuego, los de la Era de Piedra, los de las Conquistas, los de Troya, los de Esparta, los de África, los de los Bárbaros, los de Carlomagno, los de los ítalos, los de las cruzadas, los del feudalismo, los del Descubrimiento, los de las independencias de las naciones, los de la guerra de secesión, los de las primera y segunda guerras mundiales, los de Vietnam, los de Angola, los de abril?
¿Qué día resucitarán los muertos de hambre, de sed, de infortunio, de injusticias, de soledad, de frío, de abandono, de inanición, de discriminación, de abuso, de atropellos y de miles de hechos cometidos por personas que encontraron la clave de hacer rodar el mundo a favor de su conveniencia y en perjuicio de los demás?


A partir de cuándo empezó a contar la historia la lista de hombres, mujeres, niños, niñas y adolescentes que murieron en las diferentes etapas del desarrollo de la humanidad por causas infames e injustas.


En cada época, hombres y mujeres han enfrentado la opresión, las injusticias, la discriminación; se han revelado frente a quienes le infligen castigo, menosprecian, reducen su dignidad o le esclavizan, reacciones que trascendieron sus espacios temporales y quedaron impresas en las historias de sus sociedades.


David ante Goliat, Remo y Rómulo, Espartaco, Hipatia, Jesucristo, Enriquillo, Hatuey, Toussaint Loverture, Tecumseh, Simón Bolívar, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Sandino y Minerva Mirabal son ejemplos de personas que en épocas y circunstancias distintas de la civilización se irguieron para enfrentar sectores poderosos y opresores, evidenciando frente al resto la ignominia existente en sus sociedades.

Los anhelos de los pueblos y naciones de vivir en comunidades en las que la norma sea el respeto a la dignidad y a la libertad del ser humano han motivado el surgimiento de hombres y mujeres con conciencia, capacidad y decisión de levantarse en actitud de enfrentar los obstáculos que limiten su condición de personas libres y dignas.

Una parte importante del mundo acaba de homenajear con la Semana Santa a Jesucristo, uno de los hombres que la historia recuerda como uno de los héroes de la humanidad, que se inmoló por sus congéneres oprimidos en todos los órdenes, lo cual quiso cambiar instaurando una forma nueva de convivencia, por la que arriesgó la vida frente a los poderes que gobernaban a Judea.


Jesús predicó un nuevo orden social y espiritual. Rompió con preceptos enajenantes de la persona y reconoció el derecho de cada quien.


Entre sus seguidores estaban las mujeres que le acompañaban en sus prédicas y a ellas también las escuchó en sus clamores, como están clamando frente al Palacio Nacional las representantes de las organizaciones de mujeres, el Movimiento Feminista y las dominicanas que exigen se liberen de penas tres causales de la interrupción del embarazo a fin de evitar las muertes de muchas mujeres.


Que con Jesús resuciten los hombres y mujeres que han luchado por la justicia, la paz y reivindicación humana.
¡Así sea!

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