¿Les digo algo?

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Nexcy d’León

En 1965 Delta Soto se integró a la defensa del país en un comando

La historia de la República Dominicana recoge el heroísmo de miles de mujeres que han respondido sin vacilaciones el llamado a su defensa cuando se le ha vilipendiado, que han levantado sus voces contra las injusticias demostrando ante el mundo la capacidad de las ciudadanas de esta nación en el trabajo, la política, la ciencia, la cultura, el deporte, el arte y la lucha por la soberanía y libertad.

Una de esas heroínas es la primerísima actriz Delta Soto, cuyo espíritu extendió sus alas hacia la eternidad recientemente, radiante de gloria y satisfecha de haber asumido con devoción, pasión y lealtad su compromiso de aportarle a su nación lo mejor de sí para su engrandecimiento y el progreso de su pueblo.

Delta era muy joven cuando ingresó a las filas del PSP de las manos del luchador revolucionario Edmundo García, quien la organizó junto a los también jóvenes revolucionarios Ariosto Sosa y Benjamín Bujosa.

Como militante, Delta se distinguió ejerciendo sus responsabilidades con total dedicación. Edmundo recuerda que ella tenía un tío político coronel, esposo de una de sus tías, vivían frente al cine Olimpia ubicado en la calle Cambronal esquina Palo Hincado.

A ese coronel un día Delta le sustrajo la fotografía del sargento de la Marina Jiménez Messón, torturado en la silla eléctrica en la cárcel de la 40 y la entregó al PSP que luego la difundió para dar a conocer a la población las torturas que infligía la dictadura de Rafael Trujillo Molina a los desafectos de su oprobioso régimen.

En la guerra de abril de 1965 Delta Soto se integró a la defensa del país en el comando San Lázaro dirigido por Antonio (Tony) Isa Conde.

En los primeros días ayudando, como otras mujeres, a preparar los alimentos y contribuyendo con las tareas tradicionales, sin embargo, refiere Edmundo, durante una supervisión que el doctor Hugo Tolentino Dipp fue a realizar en el comando San Lázaro, la vio y consideró que, dado que ella era una joven artista conocida, debía desempeñar una labor más relevante en la contienda.

Tolentino Dipp remitió a Delta a Radio Televisión Dominicana para que fuera integrada al cuerpo de locutores de la revolución, donde hizo dúo profesional con el locutor cubano Luis Acosta Tejeda que acuñó la frase “un día más, dominicanos”.

Delta Soto viajó a la Unión Soviética donde estudió teatro, casó con Rafael Villalona y al retornar ambos, llenos de sueños e ilusiones, empezaron la tarea de crear y definir el teatro y la actuación dominicana. Con esos fines fundaron Nuevo Teatro, espacio donde comunicaron a la juventud de la época sus consideraciones del teatro como manifestación de la cultura y la brega de los individuos, introdujeron formas y técnicas para interesar a las personas en el teatro mediante la participación en la obra.

Delta fue miembro del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, del PSP y del PCD, se mantuvo siempre vinculada a la defensa de las mejores causas del pueblo dominicano, junto con Narciso Isa Conde, Fidelio Despradel, Teresa Espaillat, Benjamín y Chino Bujosa mantuvo una gran amistad. Su carisma y exquisito trato, la hacían una persona muy empática y solidaria.

Delta Soto, viva y combatiente, seguirá por siempre y para siempre al lado de las mejores causas del pueblo dominicano.

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