¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento.
José Luis Sampedro.

Un grupo de líderes integrado en Acción Ágape decidió asumir como legado habilitar el área infantil del nuevo hospital Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavárez.

El legado del grupo está inspirado en su visión de que el Amor es la Medicina que Sana el Mundo y su opción de asumir este pensamiento decidieron concretizarlo apoyando a los niños, niñas y adolescentes con cáncer de la República Dominicana y a sus familias, creando esperanza y magia para esos sectores.

Con ello hacen honor al significado del vocablo griego ágape que es dar amor incondicional sólo importando el bienestar de la persona amada, siendo para ella servicio, solidaridad, luz y vida.

Ágape desarrollará su misión en el INCART de común acuerdo con las autoridades de ese centro asistencial mediante la concertación de un acuerdo entre el grupo y las autoridades del instituto que procura beneficiar a los niños, niñas y adolescentes afectados por el cáncer, enfermedad catastrófica de la que se registran en el país más de 90 casos cada año.

El legado consiste en convertir el área de Pediatría del INCART en una estancia acogedora, divertida y llena de color para que los niños y las niñas ingresados en el hospital sientan que se encuentran en un espacio de esperanza y magia.

El grupo se ha comprometido a mantener un inventario actualizado de los medicamentos prescritos por el médico al ingreso de los niños y niñas, adquirir una nevera ejecutiva para almacenar las medicinas que por su composición química es obligatorio que estén refrigeradas en las cantidades indicadas.

El proyecto contempla construir un parque infantil interior, equipar la biblioteca, trasformar la entrada de pediatría con un diseño en las puertas tipo mural para que los niños (as), sus familiares y visitantes sientan que entran a un espacio diferente del hospital.

El área de tratamiento y quimioterapia asemeja un mar azul con corales y peces, para cuando el niño o niña esté recibiendo tratamiento sea menos doloroso. El legado incluye el apadrinamiento de la niña Carolina Pereyra y Johan, a la primera le construyeron la casa donde vive con su familia que estaba en condiciones deplorables que afectaban su calidad de vida. A Johan le abastecen las medicinas y repararán su casa, que también se encuentra en mal estado.

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