¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

Nexcy d’León

Dime con quién andas y te diré quién eres” sentenciaban las madres y los padres a sus hijos cuando se juntaban con personas de mala reputación o para advertirles los inconvenientes de tener amigos señalados socialmente por conducirse de manera censurable.

Es injustificable que los políticos se relacionen con personas de dudosa reputación, señaladas como gente que vive de las malas artes y ocupan espacios mediante riquezas mal habidas que utilizan para penetrar en círculos sociales y políticos sin ser cuestionados por las autoridades que deben velar por la buena moral ni rechazados socialmente.

La historia de vida de la mayoría de los individuos que se dedican al narcotráfico es conocida por los ciudadanos de las comunidades donde habitan: de origen generalmente humilde, hoy son potentados. Algunos han sido condenados, deportados de Estados Unidos y en el país los tratan como reyes, los afilian en los partidos y les aceptan que les financien campañas, les obsequien villas, casas y apartamentos o forman sociedades empresariales y asumen candidaturas y puestos de mando.

Esta reflexión es a propósito de los frecuentes casos que involucran a políticos de casi todos los partidos: Reformista Social Cristiano, de la Liberación Dominicana, Revolucionario Dominicano, Revolucionario Moderno, que con un año dirigiendo el Estado, varios de los funcionarios del Gobierno han sido acusados de narcotráfico y hechos delictivos.

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