¿Les digo Algo?. En la convulsión que se vive en el país y otras naciones del mundo las madres son las víctimas principales de los poderes que generan las guerras, la corrupción, las desigualdades, los crímenes y los asesinatos de personas generalmente inocentes. Ayer se conmemoró el Día de las Madres en la República Dominicana, único país latinoamericano que lo festeja el último domingo de mayo por influencia de sectores económicos y la complacencia del Estado que no tuvo en cuenta el simbolismo de la fecha para los pueblos de la región.
Las madres de todas las clases sociales están sufriendo como nunca la pérdida de hijos, familiares y amigos en situaciones peligrosas ocasionadas por la confrontación de intereses económicos y políticos destructores de la paz.
Las madres dominicanas desean vivir en un país que las honre reconociéndoles sus derechos humanos, sociales y políticos; que se les garantice la vida y la seguridad a sus hijos sean buenos o malos, que el Estado y el Gobierno sean justos y procuren crear fuentes de empleo para ellas y para sus hijos. Hoy, 30 de mayo, las madres recuerdan haber recuperado la tranquilidad con el fin de la dictadura de Trujillo y desean que los organismos de seguridad, en vez de represivos y autoritarios, velen por la vida en democracia. Sus aspiraciones son posibles, necesarias y urgentes. Honrémoslas con nuestro esfuerzo por la justicia, la paz y la seguridad mientras “cantamos de las madres la ternura, el afán y su noble atributo de abnegación sin par”.