Mañana, 16 de agosto, es una fecha propicia para recordar y homenajear a Gregorio Luperón y a todos los héroes de la hazaña restauradora, cuyo momento más notorio es el Grito de Capotillo, con el que se inició una guerra por la reafirmación de la independencia y la soberanía plena de la patria fundada el 27 de febrero de 1844.

En esta fecha, pero del año 1863, 14 patriotas comandados por Santiago Rodríguez plantaron la bandera dominicana en el Cerro de Capotillo e iniciaron una guerra desigual contra el bien armado y disciplinado ejército español, que contaba con más de cuarenta mil efectivos.

Para tener una idea de la magnitud de la guerra restauradora basta el apunte de Gregorio Luperón que afirma que el Ejército español perdió más de 18 mil hombres y los dominicanos perdieron más de cuatro mil.

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La resistencia a la anexión se inició desde el mismo momento en que fue anunciada por el general Pedro Santana el 18 de marzo de 1861, desde el balcón del Palacio de Justicia, frente a la Plaza de Armas, actual parque Colón. El 2 de mayo de 1861, el general José Contreras, Cayetano Germosén y un grupo de patriotas tomaron el cuartel español de Moca, pero al poco tiempo el movimiento fue aplastado. Como escarmiento fueron fusilados.

El 4 de julio de 1861, fueron fusilados en San Juan de la Maguana, el prócer Francisco del Rosario Sánchez y un grupo de sus compañeros que habían entrado por Haití en junio para combatir el régimen anexionista.