¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento.
José Luis Sampedro.

El 15 de octubre pasado doña Juana Santana, firme cristiana católica, escuchaba a Radio ABC, actual Vida Fm cuando la voz de un sacerdote se escuchó invitando a los oyentes a dejar lo que estuvieran haciendo y se concentraran en la oración de sanación que iba a pronunciar.

La invitación del sacerdote era especialmente dirigida a los enfermos y personas atribuladas por el peso de las dificultades económicas y espirituales, aclara doña Juana, comentando sus ideas de lo importante que es que la gente reciba aunque sea una oración que le ayude a sobreponerse a las adversidades.

Doña Juana iba a bañarse en el instante que escuchó al sacerdote. Se devolvió del baño, puso el radio en la mesita de su cuarto y la ropa que se pondría sobre la cama. Levantó los brazos en actitud receptiva como indicaba el sacerdote que hicieran los oyentes. Hacerlo no le fue fácil, el reuma la estaba atacando mucho esa semana, le dolía la nuca y para levantarse tenía que sentarse primero en la cama y esperar a que se le calentaran los huesos.

No obstante, motivada por su fe, aguantó implorando a Dios hasta que el sacerdote concluyó la oración: “fue una oración tan profunda que me hizo ese padre que me salieron las lágrimas y pedí a Dios como nunca lo había hecho en mi vida” nos contó Juana cuando la visitamos el día de Año Nuevo en La Romana.

La alegría que siente doña Juana es el mayor regalo que ha recibido de la vida; asegura haber visto a Jesús ese jueves al finalizar la plegaria. Ella salió de su habitación a ver si su nieta que vive frente a su casa no se había ido a trabajar, “cuando me paré en la ventana vi a Jesús encima de la casa debajo de los ramos de la mata de mango, yo no sabía qué hacer, empecé a rezar un padre nuestro y le grité: -¿Jesús qué haces ahí, qué quieres de mi?

Todavía embargada de la emoción que le produjo la visión de Jesús, Juana lo describe como un hombre hermoso, de pelo largo claro, ojos brillantes y sonriente, vestido con ropa blanca y una túnica del mismo color sobre los hombros que terminaba anudada cayendo en los brazos.

La descripción del Jesús de la visión de Juana coincide con el estereotipo del Jesús de la Divina Misericordia descrito por los católicos y que este año el papa Francisco escogió como símbolo de sus devociones.

Enhorabuena a Juana y los católicos por la declaración del papa Francisco del 2016 como año de Jubileo extraordinario de la Misericordia, en el segundo aniversario de su elección como sucesor de Pedro, decisión muy bien recibida entre los cristianos de esa fe por proceder de un papa que muchos ya califican el Papa de la misericordia.

Los dominicanos y dominicanas, en tanto, también esperamos que el Sistema Nacional de Salud y Seguridad Social contribuya al milagro de la sanación popular y se fortalezca la fe en las instituciones y en la patria.
¡Así sea!

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