¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Nexcy D´León

Cada vez que ocurren accidentes que involucran una cantidad significativa de personas los centros de salud evidencian carencias básicas que dificultan enfrentar los traumas de los afectados. Familiares, amigos, vecinos y relacionados se ven compelidos a donar y buscar donantes de sangre urgidos por la contingencia; las camas resultan insuficientes, faltan equipos e insumos para estudios y análisis, los afectados y sus allegados se convierten en damnificados económicos por las deudas escandalosas y desproporcionadas que se generan en clínicas y hospitales.

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El país requiere, con extrema urgencia, políticas públicas orientadas a la disminución de los accidentes de tránsito y a la prevención de contingencias como incendios, derrumbes, explosiones, inundaciones y riñas colectivas que consumen una proporción importante del presupuesto nacional y acarrean dolor, luto, empobrecimiento, traumas físicos y psicológicos permanentes que generan improductividad y dependencia.

Los factores que inciden en esta problemática son muchos y complejos. El abordaje debe ser multidimensional, integral y continuo, libre de demagogia y enfoque coyuntural. No existen fórmulas mágicas. Se trata de iniciar un proceso que debe ser evaluado a partir de indicadores relacionados con la casuística de accidentes y contingencias traumáticas en sentido general. Ordenamiento del territorio, del tránsito, de la conducta social, educación continua en todos los niveles y en todas las modalidades y, sobre todo, un régimen de consecuencias sin miramientos ni concesiones deben ser el soporte fundamental de la estrategia nacional de prevención de accidentes y contingencias traumáticas. ¡Así sea!

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