¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Nexcy D´León

El conflicto en torno al río Masacre ha evidenciado que la importancia del agua crece con su escasez. Un caudal insuficiente para satisfacer la demanda ha convertido un canal en causa-nación de dos países cuyos destinos están atados por la geografía, la historia y el intenso flujo comercial y humano que se verifica en su frontera.

La manipulación politiquera de un problema real para el que no existen soluciones fáciles, de corto tiempo ni mágicas y que crece con el deterioro creciente de las cuencas productoras de agua, ha servido para elevar la animadversión de uno y otro pueblo y para la unificación de sectores enfrentados en cada lado de la frontera.

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Es posible, necesario y urgente reorientar esas energías a rehabilitar cuencas, recuperar bosques de galería, optimizar los sistemas de riego, disminuir las pérdidas y controlar la contaminación de las aguas. Con medidas eficaces se puede disponer de volúmenes muy superiores a los que generan el actual conflicto.

En soluciones basadas en el enfrentamiento de las causas reales de la disminución de caudales debe centrarse la acción conjunta de ambos Estados y de la intermediación y cooperación internacional.

Solo en la mesa del diálogo, con espíritu de colaboración, solidaridad y hermandad, bajo respeto absoluto de la soberanía y derecho de cada pueblo, puede empezar a conjurarse un problema tan complejo y multicausal.

¡Así sea!

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