Los “ojos de gato” son marcas viales reflectoras que se ubican en las vías para mejorar la visibilidad de las carreteras. Este tipo de señalización facilita la conducción nocturna y evita accidentes. Muchas vidas se han salvado por estos simples e ingeniosos marcadores que devuelven la luz que reciben. Todo el que ha conducido en carriles perfectamente orientados por la luz reflectada puede atestiguar la diferencia.
Alarmados por la gran corrupción de políticos y empresarios, por los asaltos y robos de todo tipo, por la agilidad de trúhanes y “descuidistas” para sustraer móviles y carteras hemos pasado por alto el hurto continuo de ojos de gato en todas las vías donde han sido colocados.
¿Cuántas tragedias han provocado estos “robos pequeños”? ¿Cuál es el costo en vidas, bienes y gastos médicos? ¿En qué medida es afectada la economía del país con la reducción del tránsito nocturno en nuestras carreteras? ¿De qué manera el estrés del conductor afecta la salud individual y familiar?
Una pequeña ratería de enorme impacto social que debe ser prevenida, perseguida y sancionada. De nada valen las grandes inversiones en carreteras modernas si no se atienden los pequeños detalles.
En la oscuridad serpenteante del camino se esconde el fantasma del atraso y una desgracia espera cobrar a víctimas inocentes el precio de la desidia y la falta de autoridad. ¡Ojo con los ojos de gatos!