¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

Nexcy D´León

Qué lástima que los padres, madres, padrinos, madrinas y relacionados de los estudiantes de la maestra Lauristely Peña no la conocieran. Si hubiese sido así las maledicencias que algunos han dicho de ella no hubieran tenido efecto, ni se hubiera armado el barullo mediático que ha puesto en evidencia la pequeñez humana de personas encargadas de obstaculizar el desarrollo personal y de mantener las injusticias y la ignorancia que encadenan a la población.

A Lauristely le ha tocado vivir en una sociedad donde sectores retrógrados conceden valor de verdad a juicios inventados y promueven lo baladí, el abuso, la intolerancia y el prejuicio.

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Los poderes hegemónicos recurren a estos actores para mantener vigentes criterios injustificados que socialmente limitan la formación de valores en la población. Quienes pretenden sembrar buena semilla, como Lauristely, enfrentan igual que Jesús, el escarnio, la calumnia y la crucifixión. Es el precio por atreverse a ir en contra de la ignorancia y de la injusticia.

Ser maestro es ser un factor de cambio. A Jesús se le llamó Maestro por haber promovido el cambio de los valores inhumanos con que se medía a la población en ese tiempo. Lauristely es una auténtica maestra por esa misma visión de cambio en la manera de educar y de enseñar con juicio crítico, abierto a las ideas y a la comprensión de la realidad social, política, económica, cultural, ambiental, orgánica y espiritual.

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