¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento.
José Luis Sampedro

El 28 de abril último se cumplieron 51 años de la Invasión Norteamericana de 1965, intromisión ilegal de los Estados Unidos en la guerra sostenida por el pueblo en armas, apoyado por militares que pretendían recuperar la constitucionalidad perdida por el golpe de Estado de septiembre de 1963, contra fuerzas militares conservadoras, que se oponían al restablecimiento de una democracia plena en el país.
La herida al sentimiento nacional ocasionada por las tropas interventoras estadounidenses, que usaron como parapeto a la denominada Fuerza Interamericana de Paz (FIP), integrada, además, por soldados brasileños, argentinos, chilenos, guatemaltecos, no ha curado y sangra cada aniversario del acontecimiento histórico devenido en guerra patria, ejemplo del valor que concede el pueblo dominicano a su voluntad de ser gobernado con justicia y equidad.
El pueblo era consciente de que los sectores gobernantes de los Estados Unidos consideraban al presidente Juan Bosch una persona no manipulable, incapaz de poner a un lado sus convicciones políticas para permanecer en el poder, como habían hecho otros que le precedieron y le sucedieron en esa posición.
Los norteamericanos promovieron en los mandos militares la idea de sacar a Bosch de la presidencia mediante un golpe de Estado, propuesta aceptada por entes militares civiles adeptos al trujillismo y apegados al lucro que les proporcionaba la existencia de un Estado corrupto.
El pueblo abatido, cansado de injusticias sociales y políticas contrarias a sus aspiraciones de trabajo y de progreso, impuestas por los gobiernos sucedidos desde inicio de la República y que se hicieron insoportables en la era de Rafael Leónidas Trujillo Molina, se sintió convocado a defender su derecho a la libertad.
En las filas de las fuerzas militares hubo quienes no estuvieron de acuerdo con los manejos de los norteamericanos y decidieron crear las condiciones para restituir en el Gobierno a Juan Bosch legítimamente escogido por los ciudadanos para ocupar la presidencia en las primeras elecciones libres organizadas en 1963.
En estas gestiones participaron también dirigentes políticos cercanos al profesor Bosch y de algunos partidos de izquierda que consideraban conveniente que en el país se sentara un precedente de respeto a las decisiones del pueblo.
Reclamando el retorno a la constitucionalidad sin elecciones, el pueblo y los militares tomaron las calles el 24 de abril, sin embargo fue abortado el proceso por la invasión. Abril de 1965 es hoy parte de una historia gloriosa y amarga.
El pueblo dominicano tiene pendiente la mayoría de las metas de aquellas luchas.
Para las grandes batallas pendientes por el presente y el futuro es necesario recuperar las lecciones del pasado.

Publicaciones Relacionadas