¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento.
José Luis Sampedro.
Las razones del fracaso en la recepción y procesamiento de los resultados del escrutinio del pasado 15 de mayo no están claras. La Junta Central Electoral creó la plataforma electrónica, capacitó, entrenó personal y ensayó la operatividad del sistema de registro, conteo y transmisión de los votos con un significativo retraso, invirtiendo varios miles de millones de pesos. El resultado ha sido un fiasco mayúsculo.
La población pensaba que conocería los resultados de los comicios casi de inmediato, pero seis días después del evento, a ciencia cierta, se ignoraba quienes eran las nuevas autoridades congresuales y municipales elegidas. Sólo estaba claro los ganadores de la Presidencia y la Vicepresidencia de la República.
En círculos pensantes se creyó que estas elecciones sepultarían para siempre el calificativo de “matadero electoral” como acuñaron el ex presidente Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez y casi toda la ciudadanía bajo sus influjos, las elecciones dominicanas en épocas no tan lejanas.
Sin embargo, ha ocurrido que “el matadero electoral” se moderniza convirtiéndose en “matadero electrónico” y el imponente presidente de la Junta Central Electoral, en vez de coronarse rey de la eficiencia electoral, pasará a la historia como el rey del embrollo electoral.
Los recién pasados comicios han sido los más costosos en la historia de los procesos electorales. Pagados con los aportes del pueblo dominicano, no se escatimó en nada: sistemas de verificación electrónica, escáneres para el conteo de los votos, conexión digital ultra protegida para la transmisión de los datos, pantallas para la proyección de la información entrante, pagó de millones en horas extras a los empleados, decoración y hermoseamiento de jardinería de la Junta y sus alrededores y una abrumadora campaña de imagen de su principal cabeza, Roberto Rosario.
Situando la República Dominicana en el contexto político mundial y regional, estas elecciones evidencian la carencia de vocación democrática de la entidad que debe administrar y garantizar el voto ciudadano como ejercicio primario de la democracia.
Es tarea pendiente, por lo tanto la construcción de una democracia auténtica, libre de manipulaciones y que no dependa del poder económico y la manipulación mediática.
La lucha es el modo vivendi de esta nación y hay que batallar hasta llegar a fortalecer la democracia, por lo menos por primera vez habrá varios legisladores con una trayectoria diferente al resto que ha ocupado las curules por los siglos de los siglos.
De estas elecciones se infieren varias experiencias que el pueblo dominicano debe asimilar:
1-Es posible y necesario ampliar la brecha de la participación popular.
2-El país requiere de una Constituyente por mandato popular para refundarse.
3-En la democracia real el poder del ciudadano es el voto.
4-El voto endereza o tuerce el rumbo de la nación.
5-Voto a voto se castiga al político mercantilista.
6-El voto es unidad de propósitos.

7-El voto es poder popular y social.

8-En un régimen de Derecho, la manipulación y torcimiento de las votaciones es la más indecente forma de violencia.
El pueblo dominicano crece en consciencia y deberá estar alerta para obligar a que el devenir económico y social del país sea favorable al desarrollo, crecimiento y paz de la nación donde vivimos todas, todos.

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