“La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento”.
José Luis Sampedro
Las relaciones entre la República Popular China y la República Dominicana han cobrado un activo dinamismo con la gestión de dos mujeres a quienes los gobiernos de ambos países han confiado la articulación de sus vínculos amistosos, comerciales y culturales.
Rosa Ng, representante del gobierno dominicano en ese país, y Fu Xinrong, de la Oficina de Desarrollo Comercial de China en la República Dominicana, están muy motivadas cumpliendo con las responsabilidades y tareas atinentes a sus funciones, conscientes de que de esa manera contribuirán al beneficio de los dos países.
En un encuentro que sostuvieron hace unos días con mujeres periodistas mostraron sus competencias, preparación y conocimientos para abordar los diversos aspectos que entrañan las relaciones bilaterales entre dos países de latitudes, culturas y políticas diferentes.
Es indudable que el interés de ambas de que sus respectivos países se nutran de sus diferencias y se complementen en las áreas económicas, productivas, comerciales, científicas y culturales las aproxima a las metas que desean lograr en su misión.
Ng y Xinrong basan su gestión en los puntos fuertes a considerar en las diversas vertientes de las relaciones de las dos naciones, iniciadas desde la década del 40, época en la el país importaba maquinarias de China Popular.
La lozanía de su piel y la candidez de su mirada hacen parecer la señora Xinrong una jovencita inexperta, sin embargo, aquilata una vasta experiencia labrada en el servicio de la diplomacia china en América Latina y El Caribe.
Comenzó su carrera en 1990 en el Departamento General para Asuntos Americanos y Caribeños del Ministerio de Relaciones Exteriores de su país, iniciando así sus primeros contactos con esta parte del mundo.
Esta diplomática de carrera habla buen español, idioma que aprendió en su país y perfeccionó en Ecuador y Colombia. En 1993 se convirtió en agregada de la embajada de China Popular en Ecuador, destino de su primera misión en el Servicio Exterior.
Además de Ecuador estuvo en la República Oriental del Uruguay, en Colombia, Taiwán y, ahora, en la República Dominicana. Es la primera mujer en dirigir la oficina de China Popular en el país, función desempeñada anteriormente por siete hombres.
La forma como ha penetrado en el ambiente social y establecido contacto con personas e instituciones a las que ha presentado sus planes, evidencia una fina capacidad intuitiva, dominio de la diplomacia y conocimiento de las condiciones humanas.
Tanto es así, que a pocas semanas de haber asumido la misión, esta afable señora diplomática, ya se ha reunido con muchas de las personas y sectores más influyentes de la sociedad y ha logrado el apoyo de sectores importantes para la gestión que ha iniciado.
Fu Xinrong ha asumido el reto de aportar para que las relaciones entre la República Popular China y la República Dominicana se fortalezcan, independientemente de las que sostiene el país con la República de Taiwán, donde la diplomacia parece interesada en un buen entendimiento con los chinos de la isla Formosa.