¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento.
José Luis Sampedro.
La historia de los esclavos traídos de África en el período colonial parece que no existió y tuvo la misma suerte de la de los tainos y caribes que vivieron en estas regiones, que a nadie le importó.
El fin de semana víspera del 12 de octubre, Acción Afro Dominicana realizó la IV Jornada de Visibilización del Cimarronaje, consistente en visitar lugares emblemáticos donde estuvieron o vivieron los negros esclavos, para acercar al pueblo a esa parte de su historia prácticamente obviada en las políticas culturales.
Es una recreación histórica importante que permite al participante aproximarse al mundo político y comercial vigente cuando Cristóbal Colón obtuvo el apoyo de la Corona española para navegar tras las especias que imaginaba había en la India.
En cada sitio, el sociólogo Dagoberto Tejeda recrea los hechos que se produjeron, relacionándolos con estudios antropológicos, la organización sociopolítica de los primeros habitantes de la Isla, los episodios protagonizados por los esclavos desde el arribo por el Puerto Isabela, hoy Sans Soucí.
Imagine la impresión de hombres y mujeres saliendo de la embarcación después de varios meses viajando apretujados, respirando sus olores en los camarotes y bodegas donde iban confinados hasta el lugar de destino.
Enceguecidos por la claridad del sol, en mancuernas, los esclavos eran conminados a bajar enlazados de pies y manos por unas escaleras, en cuyo rellano los pesaban y revisaban de pies a cabeza antes de subastarlos al mayor postor.
¡Qué angustia la del infortunado esclavo o esclava sacados de su patria, de su ambiente, su familia y su cultura!
La ruta de los esclavos comenzó en la Puerta del Conde, donde su organizadora, Maribel Núñez, y Dagoberto Tejeda explicaron los objetivos y sentido de la jornada: valorar, asumir y promover el legado irrefutable de la cultura africana a la dominicana.
Para Dagoberto prueba evidente de que hay sectores nacionales que nos les interesa que el pueblo conozca sus orígenes ni su historia es que, pese a que él y otros estudiosos culturales han pedido visibilizar la historia de los esclavos negros, no hay siquiera tarjas que identifiquen los lugares donde estos estuvieron, como la Puerta de la muralla de la Palo Hincado, donde fue decapitado el príncipe Sebastián Lemba; en la Ermita San Lorenzo de los Mina; en el parque Colón, donde funcionaba la Picota; La Negreta, calle donde se concentraban los esclavos cerca de La Atarazana; el deterioro de las ruinas de los ingenios Engombe y Diego Caballero, entre otros.
La exclusión de quienes levantaron murallas y viviendas, trabajaron en los ingenios y produjeron con su trabajo las riquezas que permitieron el crecimiento y desarrollo de las metrópolis coloniales europeas es algo más que un prejuicio, un inocente olvido o un simple descuido.
¡Quien no sabe de dónde viene, tampoco sabe hacia dónde va o hacia dónde lo llevan!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas