¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

La libertad de Expresión no vale nada sin la libertad de Pensamiento.

José Luis Sampedro.

Los expertos en desarrollo y crecimiento económico cuando exponen teorías que suponen de difícil comprensión suelen decir: esto no lo entiende la gente común, sin embargo, la afirmación no aplica si se trata de aspectos que atañen a la población como el abastecimiento de agua, luz, salud, empleo, costo de la vida, educación, servicios vitales que la gente recibe precariamente.

Se equivocan los expertos. La gente común si entiende toda argumentación relacionada con sus condiciones de vida y lo hace porque compara los conceptos con la realidad que están viviendo, sabe por experiencia el significado de las palabras desarrollo y crecimiento porque la asocia a mejoría, prosperidad, abundancia y las compara con su vida presente.

Cuando se habla de desarrollo la gente común se pregunta de qué se trata. ¿De convertir las entradas de agua potable en hoyos para sacar la de consumo? ¿De bañarse jarro a jarrito? ¿De cargar cubetas para cocinar, lavar y limpiar? ¿De zancajear en pueblos, barrios y campos el líquido? ¿De angustiarse cada año por el recrudecimiento de su escasez porque no se ha estructurado el manejo adecuado de este recurso? ¿De vivir sin luz? ¿De asfixiarse de calor? ¿De morir por falta de medicina, de mendigar porque no hay empleo? Así mide la gente común los niveles de desarrollo y crecimiento de una nación.

Una nación se considera en desarrollo cuando los servicios básicos son suplidos a la mayoría de la población y la calidad de vida mejora sustancialmente. A la gente no hay que decirle la condición del suministro de agua, luz y servicios de salud.

La República Dominicana se encuentra en la categoría de país con “problemas hídricos generales” de acuerdo a la clasificación Falkenmark. En años secos como fue el 1997 o como en este 2015 en que la pluviometría desciende de la media anual de 1,500 mm a menos de 950 mm3 reduciendo la disponibilidad per cápita a solo 1,333 m3 por habitante por año, el país se coloca en la categoría de “estrés hídrico”.

El ingeniero Milton Martínez nos estremeció con los datos que ofreció en su conferencia: Agua: estrategias, amenazas y soberanía. “Desde octubre del 2014, mes que es generalmente el más lluvioso en todo el territorio nacional, fue suspendido el riego en las provincias Peravia y en San Cristóbal debido a que toda la producción de agua del río Nizao fue desviada a la capital”.

El índice de escasez de agua de la UNESCO, utilizado internacionalmente para evaluar la presión existente sobre una fuente hídrica, establece cuatro niveles de escasez de agua: 1.- Alto cuando se utiliza más del 40% del agua, medio el 20 a 40%, moderada entre 10 a 19% y bajo cuando el nivel de presión se sitúa en menos de 10%, y no hay presión importante.

Nos interesa cuál es realmente la disponibilidad y demanda de agua según las regiones donde vivimos. En la región Yaque del Sur, la oferta disponible por año es 4,268 millones de metros cúbicos por año (MMC/Año), con una presión hídrica de 86%, la Yaque del Norte tiene una oferta disponible de 4,210 MMC/Año para una presión hídrica del 66%, en estas zonas la producción de agua es asunto grave.

 

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