Por Gordon Edes
Del Boston Globe
TORONTO – Manny Ramírez perdió ayer su vigésimo partido seguido debido a un estirón en el oblicuo izquierdo. Los Medias Rojas se quedaron sin tres jugadores regulares en Kevin Youkilis (muñeca), Coco Crisp (espalda) y Ramírez.

“Hablé un poco con Manny”, dijo el dirigente Terry Francona después de la derrota 4-3.

“El corrió un poco el lunes, pero todavía lo siente. Si pudiera apretar un botón y que todo desapareciera lo haría. El me dijo lo mismo, pero todavía no ha desaparecido. Está muriéndose por jugar, está trabajando duro. Dice que todavía no está bien”.

Francona dice que Ramírez también siente molestias cuando hace swings.

“El lo siente todo el tiempo”, dijo el dirigente. “Creo que todos estamos preocupados. Cuando pueda hacer swing, estará bien, pero creo que siente que si se deja llevar agravaría la lesión. Todavía está haciendo swings, y cuando se sienta mejor, volverá pronto, pero todavía no está ahí”.

Ramírez volvió a tomar prácticas de bateo, como lo ha hecho en los últimos siete días, probando una de las lesiones más difíciles que puede sufrir un atleta.

El jardinero izquierdo de los Padres Scott Hairston, quien fue a la lista de lesionados el 10 de agosto con problemas en el oblicuo izquierdo y fue reactivado el 8 de septiembre, le dijo a los reporteros, “Nunca he tenido una lesión más difícil”.

Los músculos oblicuos -hay externos e internos en ambos lados – cruzan diagonalmente cerca de la sección media y todos están envueltos en movimientos para doblarse hacia los lados y mover la cintura.

El oblicuo izquierdo, que se origina en la caderas y conecta con la pelvis, permite que el torso se mueva a la derecha. Para un bateador, es un músculo que se usa para transferir el poder generado por las caderas en el swing.

Quizás el bateador más cercano a Ramírez en estatura en sufrir una lesión de oblicuo es el toletero de los Cardenales Albert Pujols, quien se lastimó haciendo una jugada en junio del 2006.

Pujols fue a la lista de lesionados por primera vez en su carrera. Le diagnosticaron un estirón grado 3, un desgarre completo, y los doctores estimaron que perdería unas seis semanas. Pujols fue colocado en la lista de lesionados el 4 de junio y volvió a jugar el 22, seis días después de tomar rodados, cinco días luego de hacer swings y dos días luego de tomar prácticas de bateo.

 Pujols se fue en blanco en su primer juego de vuelta y luego bateó .419 en los siguientes 10 juegos, con tres jonrones y ocho remolcadas. Tuvo dos juegos de cuatro imparables en el período.

“Me siento contento de que no sucedió haciendo un swing”, dijo Pujols en aquel entonces., “porque habría sido peor. Sería duro volver sabiendo que uno se lesionó así haciendo swing porque uno se cuidaría más de la cuenta”.