En nuestro país requerimos de estadísticas médicas confiables que nos permitan dimensionar la magnitud del problema a nivel local, poder tomar medidas a gran escala y medir su impacto.

Muchos de nosotros suponemos erróneamente que en virtud de la juventud, los niños están en mejor estado físico. Esto no es un hecho. Los niños deben estirar las articulaciones previo al deporte en que deseen participar.

Cuando se trata de adolescentes y niños, existen muchos factores de riesgo, pero deben de minimizarse por la supervisión parental, ya que los atletas jóvenes no son adultos pequeños. Sus huesos y tejidos en desarrollo, músculos, tendones y ligamentos están creciendo, lo que los hace muy vulnerables a las lesiones.

En los extremos de los huesos, los niños tienen placas de crecimiento, que son las áreas de desarrollo de cartílago donde se produce el crecimiento del hueso y en la infancia las placas de crecimiento son más débiles que los ligamentos y los tendones cercanos. Como resultado, una lesión que podría dar lugar a un moretón o un esguince para un adulto, puede ser un problema mucho más grave para el joven atleta. Hay que tener en cuenta que la consulta a una edad temprana puede prevenir futuros problemas.