Lesiones por contusiones y el síndrome de compartimento

Lesiones por contusiones y el síndrome de compartimento

Las partes más expuestas de nuestro cuerpo al desplazarnos son nuestras extremidades. Cuando caminamos o corremos, nuestros brazos y piernas se ven expuestos a ser golpeados, siendo las manos y los pies los que más pueden sufrir si entramos en contacto con un objeto o nos caemos.
Mediante un análisis de la tarea que vamos a realizar podemos identificar las amenazas que pueden lesionarnos y tomar las medidas necesarias para evitar un accidente; sin embargo podemos tropezar, resbalar o ser impactados por un objeto.
Si sufre una lesión en su trabajo, repórtela siempre a su supervisor, una simple contusión puede transformase en algo más grave si no presta los cuidados necesarios.
Si recibimos un golpe en una de nuestras extremidades se puede producir la inflamación de la zona afectada y la piel puede cambiar de color a causa de la sangre derramada causando un hematoma.
Si la piel no sufre cortadura, la inflamación produce un aumento de la presión que oprime los músculos, los vasos sanguíneos y los nervios. Y si esta presión es lo suficientemente alta, el flujo de sangre al compartimento se bloqueará, lo que puede ocasionar una lesión permanente en los músculos y los nervios.
Si la presión se prolonga durante un tiempo considerable, el músculo puede morir y el brazo o la pierna no funcionarán más.
Es posible que se necesite cirugía o incluso amputación para corregir el problema. Esto se conoce como el síndrome de compartimento.
El síndrome de compartimento es una afección seria que implica aumento de la presión en un compartimento muscular. Puede llevar a daño en nervios y músculos, al igual que problemas con el flujo sanguíneo.
Si recibe un golpe que solo requiere primeros auxilios, manténganse atento a los síntomas posteriores y acuda inmediatamente a su médico si siente disminución de la sensibilidad, entumecimiento, hormigueo, debilidad del área afectada, palidez de la piel o dolor intenso que no desaparece después de tomar analgésicos.
Este síndrome puede aparecer también cuando realiza actividades que excitan los músculos, así que si está realizando una tarea que requiera de esfuerzo repetitivo como hacer ejercicio, manténganse atento a las señales como hormigueo o dolor que pueden indicar que está aumentando la presión en el área del músculo que está ejercitando y detenga dicha actividad de inmediato.

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