Letizia Ortiz debuta en sociedad en la boda de Federico de Dinamarca

Letizia Ortiz  debuta en sociedad en la boda  de Federico de Dinamarca

El príncipe Federico, heredero de Dinamarca, y la australiana Mary Donaldson se casaron en Copenhague en una ceremonia por el rito luterano que resultó muy emotiva. Casi tanto como la presentación ante la realeza mundial de la novia del príncipe Felipe de Borbón, Letizia Ortiz, que fue la más aclamada de las invitadas en una jornada considerada como el ensayo general de su boda que se oficiará en Madrid el día 22.

La boda tuvo lugar en la catedral de Nuestra Señora de Copenhague siguiendo el rito luterano y duró una hora. Fue oficiada por el obispo de la capital danesa, Eik Normann Svendsen, que se acopló un moderno micrófono para que pudiera escucharse su voz en todos los rincones del templo.

La novia, según la tradición, hizo esperar al principesco novio durante media hora, quien no pudo por menos que llorar durante la espera, emocionado quizás, por los nervios contenidos que luego afloraron con una ingente cantidad de besos en público hacia la afortunada ya, princesa consorte Mary.

La novia lució un traje de un diseñador danés, en color crema, y cuya principal característica era una enorme cola que hizo las delicias del público que se congregó a las puertas de la iglesia, a la que llegó acompañada por su padre, John Donaldson, vestido con la falda tradicional escocesa ya que es de procedencia de ese país.

El apuesto novio, por su parte, estaba vestido de almirante y acompañado, en todo momento, por su hermano el príncipe Joaquín.

23 casas reales

Más de 100.000 personas, según la policía, siguieron la ceremonia y el cortejo posterior a través de numerosas pantallas gigantes instaladas en las calles de Copenhague, y fueron 23 las Casas Reales representadas en el enlace. Pero además de los novios, las miradas de los medios de comunicación acreditados al evento, así como del público que siguió la ceremonia, estaban en la futura princesa de Asturias, Letizia Ortiz, puesto que era su presentación oficial ante las Casas Reales como novia del heredero de la Corona de España.

Letizia Ortiz llevaba un elegante traje del diseñador español Lorenzo Caprile, de seda rojo con escote de trapecio adornado por dos broches y con mangas de gasa de seda roja de corte muy sencillo. El color del traje, el moño bajo y los largos pendientes hicieron que Letizia Ortiz diera una imagen muy española con aires de mujer de los años 40. Tanto en la boda como en la gala, Letizia llevó pocas joyas y, contrariamente a la mayoría de las invitadas, no lució ni diadema ni collar.

La Casa del Rey de España estuvo representada por la reina Sofía, que portó una tiara que se comenta podría llevar la periodista española en su enlace con el príncipe Felipe de Borbón.

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