El controvertido proyecto de Ley de Lemas sólo podrá ser aprobado ahora si el presidente Hipólito Mejía convoca a una legislatura extraordinaria para conocer «los asuntos pendientes», ya que la presente concluye mañana lunes y los mandatos de la Constitución impiden que las cámaras legislativas puedan sancionarlo un mismo día.

La segunda legislatura ordinaria del 2003, iniciada el 16 de agosto, concluyó el 13 de noviembre y el Congreso la prorrogó por 60 días que, precisamente, terminan este lunes a las 12:00 de la noche.

La pieza de marras, original del diputado perredeísta por Independencia, Enry Sarraff, busca la reforma de la Constitución o la Ley Electoral para que un mismo partido pueda presentar hasta cinco candidatos presidenciales y vicepresidenciales, así como tres candidatos a una senaduría.

Ya el presidente Mejía externó su simpatía por el proyecto, aunque no precisó si para que el Senado y la Cámara lo aprueben, convocará a una legislatura extraordinaria.

También lo han respaldado dirigentes reformistas como el secretario general de la Liga Municipal Dominicana (LMD), Amable Aristy Castro, quien adelantó incluso su interés en que su partido lo inscriba como candidato presidencial.

El avispado dirigente político y ex presidente del Senado soltó más prendas al señalar que la doctora Rafaela (Lila) Alburquerque, ex presidenta de la Cámara de Diputados, sería su jefa de campaña y otros más desembozados aún añadieron que también su compañera de boleta.

Sin embargo, los analistas políticos resaltan que el entusiasmo ante la posibilidad de la aprobación de una Ley de Lemas que, fundamentalmente, resolvería la crisis interna de oficialista Partido Revolucionario Dominicano (PRD), parece no contagiar a las demás organizaciones del arcoiris político ni tampoco de otros ámbitos de la sociedad.

El candidato presidencial del opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), doctor Leonel Fernández, consideró la pieza como una «vagabundería.»

Por su lado, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) opinó que el proyecto del diputado oficialista Sarraff es inoportuno y trastornador del proceso electoral.

Asimismo, Participación Ciudadana y la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) se oponen radicalmente a la idea de la Ley de Lemas.

Consideraciones parecidas han externado el presidente, Luis Arias, y otros miembros de la Junta Central Electoral (JCE).

Por su lado, monseñor Agripino Núñez Collado, principal figura de la comisión de seguimiento del proceso electoral, solicitó al Congreso que posponga para después de los comicios del 16 de mayo el conocimiento del proyecto.

Consultado al respecto, el presidente del Senado, Jesús Vásquez Martínez, optó por el silencio, aunque argumentó que esperará los resultados de una consulta a expertos encaminada por el organismo legislativo, para luego ofrecer su parecer sobre el proyecto y su conocimiento.

Como se ve, el revuelo y las opiniones favorables sobre la iniciativa de Sarraff parecen reducirse al interés del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH) y sus adláteres legisladores, entre los que figuran principalmente Sarraff y los senadores Pedro Antonio Luna, de Sánchez Ramírez, y César Matías, de Valverde, quienes no esconden su defensa a la repostulación del presidente Mejía.

De todos modos, los observadores del acontecer nacional aseguran que la intención de modificar el artículo 67 de la Ley Electoral para permitir la inscripción múltiple de candidatos presidenciales y así, como entienden muchos, abrir las compuertas a la reelección, quedará definitivamente develada si el jefe del Estado decide, finalmente, convocar al Congreso bajo el argumento de conocer los «asuntos pendientes.»