¿Ley de mecenazgo o la última panacea de la cultura?

¿Ley de mecenazgo o la última panacea de la cultura?

La tarde del pasado jueves 6 de septiembre, en el Museo Bellapart, tuvo lugar una reunión a la que asistieron varios actores y gestores del sector de las artes plásticas y visuales. Dicha reunión fue convocada escaso tiempo de antelación y sorpresiva informalidad -vía correo electrónico- por Mildred Canahuate, presidente de la Fundación de Arte Arawak, directora de la Galería de Arte Arawak y del Museo del Dibujo Contemporáneo (Mudic) y quien también preside, al parecer, de manera “vitalicia”, la Asociación de Galerías de Arte de la República Dominicana (AGA).

El objetivo primordial de la convocatoria asumida por Canahuate, en calidad de presidente de la Fundación de Arte Arawak, fue poner en conocimiento el “Proyecto de Ley de Mecenazgo”, de la autoría del artista y honorable diputado Manuel Jiménez, “atendiendo a una formal solicitud de colaboración institucional presentada por la Comisión Permanente de Cultura de la Cámara de Diputados de la República Dominicana a través de la Unidad Técnica de Cultura -Unitec-CD- del Congreso Nacional”, bajo la asesoría y coordinación de del reconocido crítico  de arte Abil Peralta Agüero.

Uno de los “detalles” más impactante de esta reunión fue la precariedad de asistencia. Y sostengo esta apreciación porque sólo la Red Nacional de Museos la integran más de 40 instituciones, de las cuales 11 son del Estado; porque la membrecía de la AGA sobrepasa las 25 galerías y solo 5 estaban representadas. Fue notoria la ausencia de las escuelas  de arte del país; de importantes fundaciones y centros educativos culturales internacionales con incidencia a nivel local; del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (Codap) y de los periodistas culturales que activan en los principales medios escritos y televisivos del país.

Ahora bien, ya que unos días antes había recibido una copia del “Proyecto de Ley de Mecenazgo”, confieso que, aunque no fui invitado a la reunión del Museo Bellapart, quise estar presente como simple ciudadano y comunicador interesado en escuchar a los proponentes a la hora de “edificar” sobre el nivel de involucramiento o representatividad de los diversos sectores relacionados en el proceso de elaboración del referido proyecto de ley. Es decir, ¿realmente en qué consistía y cuáles razones  motivaban y sostenían  la propuesta concebida por los “cerebros” de la Unitec-CD?

Admito que mi instante más penoso fue cuando tuve que escuchar al diputado Jiménez disertar sobre lo que es “un diputado en la República Dominicana”. Utilizando la misma frase en más de una ocasión, sostuvo que “un diputado es una gran cosa”… y aunque jamás pudo “aterrizar” sobre el tema que concitaba el interés de los presentes: la presentación de su “Anteproyecto de Ley mediante el cual establece el Régimen de Incentivo y Fomento del Mecenazgo Cultural en la República Dominicana”(sic), indicó que  las observaciones de los interesados  serán atendidas en las vistas públicas que la Cámara de Diputados celebrará en su sede a partir del viernes 5 de octubre (2012).

Disponiendo la entrega de una copia del proyecto  a los presentes en el referido encuentro, Manuel Jiménez y Abil Peralta Agüero ponderaron la necesidad de una “lectura rápida” “para sugerencias o posibles modificaciones antes de las vistas públicas”. Pero el oficio de comunicador nos obliga a ser acuciosos y, en ocasiones, hasta hay que activar desde el “border line” de lo imperante, pues sólo así podríamos obtener verdaderas respuestas y traspasar la niebla que siempre “encubre” los propósitos confusos.

Y fue ahí que, amparado únicamente en el derecho que me asiste, decidí preguntar a los autores y proponentes del Anteproyecto de Ley de Mecenazgo, ¿podrían ustedes identificar con cuáles de los actores y gestores presentes y/o ausentes, tuvieron contacto, intercambio o efectiva colaboración durante la fase de conceptualización y elaboración de este anteproyecto de ley, que, gracias a Dios, aún no es  ni “Proyecto” ni “Ley” y que de Mecenazgo” solo tiene el nombre, desbordando lo que podría ser una verdadera Ley de Mecenazgo en la República Dominicana?

Mi interrogante no perseguía el debate “in site”, sino que apuntaba a la necesidad de evitar la exclusión y motivar la  participación de todos los sectores relacionados, pues Abil Peralta Agüero y Mildred Canahuate también fueron principales motivadores de una conferencia sobre mecenazgo, celebrada en el Centro León de Santiago de los Caballeros (17-04-2012) en cuya invitación  expresaban que el proyecto de ley en cuestión había sido “definido por especialistas” como “la más importante iniciativa política y legislativa para la institucionalización y fortalecimiento del desarrollo de la cultura en el país”. Así que aún debo seguir cuestionando: ¿“especialistas” en qué? Y ¿quiénes son y cuáles intereses legítimos representan?”

En el mismo encuentro del Museo Bellapart, Peralta Agüero confirmaba a los presentes que en el proceso de elaboración de la propuesta legislativa jamás consensuaron ni consultaron con ningún sector de la cultura dominicana. El coordinador de la Unitec-CD sostuvo que los autores del Proyecto de Ley de Mecenazgo, del diputado Manuel Jiménez, concluyeron en que los técnicos dominicanos del área no habían demostrado capacidad ni disposición para producir un proyecto similar y que, por tal razón, ellos asumieron la tarea de llenar tan trágico vacio.

Al concluir Peralta Agüero con esta respuesta tan desafortunada, la directora del Museo Bellapart, Myrna Guerrero, procedió a agradecer a los presentes. Y entonces tuve que tomar la crítica decisión de abandonar el salón… En verdad, me retiré defraudado por la inconsistencia de una actividad que me pareció una “performance” puramente exhibicionista, pues la presentación de un proyecto de tal envergadura, al menos por respeto a don Juan José Bellapart, anfitrión y propietario del primer y único museo de artes visuales de iniciativa privada en el país, debió explicar la naturaleza, el trasfondo, las razones objetivas de su origen.

Posteriormente, el Dr. Juan José Mesa, director del Centro de Estudios del Arte Caribeño (Cearca), ha difundido un documento reflexivo en el que advierte: “No han salido las observaciones aún. Sin embargo, me causó grata impresión escuchar de “viva voz” del presidente de la Comisión Permanente de Cultura de la Cámara de Diputados, su deseo de que se convierta en ley, en el menor tiempo posible, y solicitar de todos los presentes una transparente y amplia participación, para alcanzar el proyecto ideal, sin importar que tan sólo quede un artículo del proyecto originalmente sometido”.

De esta manera, Mesa se adelanta al emitir las primeras reflexiones significativas sobre el tema que nos ocupa: “Una ‘ley Jiménez’ repensada y consensuada, vendría a producir una dinamización a través de entes privados muy positiva. Teniendo por deber ser plural y enfocada en favorecer un mercado no homogéneo con necesidad de recibir políticas de incentivos fiscales, cuyo principal objetivo será llevar a un número adecuado de personas a una forma de contacto adecuada con los artistas y, al hacerlo, alcanzar el mejor resultado posible y compatible con el logro de dicho objetivo. Resultado este, que situará de manera inequívoca al artista y a su producto en el primer plano de cualquier estrategia”.

Desde el primero hasta su duodécimo considerando y en toda su extensión (42 artículos), la redacción del Anteproyecto de Ley de Mecenazgo del diputado Manuel Jiménez está plagada de errores de ortografía y graves fallas de sintaxis; duplicidades  estructurales; confusos tecnicismos y otras contradicciones en sus objetivos estratégicos. Tanto así, que algunas instancias y personalidades de considerable incidencia en el medio artístico y cultural local, tales como Antonio Guadalupe, presidente   de la Junta Directiva del Codap; el doctor Odalis. G. Pérez, director de la Escuela de Crítica e Historia del Arte de la UASD, así como reconocidos coleccionistas, gestores culturales y críticos de arte, siguen estudiando el proyecto al mismo tiempo que están considerando solicitar, formalmente, al presidente de la Cámara de Diputados, Lic. Abel Martínez Durán, la posposición de las  sesiones de vistas públicas hasta el mes de enero del 2013. El diálogo y debate están sobre el tapete…Seguimos…

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