La Ley de Moore, formulada por el cofundador de Intel, Gordon Moore, explica la velocidad de la evolución tecnológica y los profundos cambios en la manera de vivir.
En este mes se cumplen 50 años de ese planteamiento y aún éste continúa vigente aportando a simplificar la vida cotidiana.
La observación de Moore fue publicada por primera vez el 19 de abril de 1965 en la revista “Electronics Magazine”, donde el físico planteó que el número de transistores en un chip se duplica cada 18 meses, manteniendo el mismo o menor costo y el mismo espacio.
Lo que se traduce, en reducir el tamaño de las súper computadoras que antes ocupaban una habitación, a un teléfono inteligente que podemos llevar en nuestras manos y cambiarlo constantemente por otros más avanzados, lo que reduce el coste de adquisición.
La consecuencia directa de la ley de Moore es que los precios de la tecnología bajan, al mismo tiempo que las prestaciones suben: una computadora que hoy vale $3,000 dólares, costará la mitad al año siguiente y estará obsoleta en dos años.
Gama de aportes de la Ley de Moore. Según explica Lorena Zicker, gerente general de Intel Argentina, es un error pensar en la Ley de Moore como una aplicación exclusiva del mercado de computadoras, pues los procesadores de silicio se aplican a una gran variedad de productos como smartphone, relojes, anteojos, joyas, electrodomésticos, videojuegos, automóviles, sistemas de seguridad y prendas de vestir inteligentes.
“La velocidad de la innovación impuesta por Moore ha acostumbrado a todos, pero está lejos de ser algo normal en todos los terrenos”, agrega Zicker.
Proyecciones futuras. Según Intel, hace 50 años la Ley de Moore era un principio del liderazgo en la industria y de la eficacia en los negocios, hoy día continúa vigente y generando grandes aportes.
«La Ley de Moore transformó la computadora de algo raro, caro y de acceso para unos pocos, en una fuerza transformadora de bajo costo para toda la sociedad», dice la empresa.
En ese sentido, en la dinámica establecida por Moore está fundado el motor de la innovación que llevó a la creación de Internet y las redes sociales.
«Pero también ha impactado y seguirá impactando en todos los espacios de la vida social, cambiando la manera en que la gente interactúa entre sí, trabaja, se educa y se desarrolla», sostiene.
De acuerdo a un estudio de Cisco Visual Networking Index, en 2019, 11.500 millones de dispositivos estarán conectados a la red.
Destaca que actualmente hay un poco más de 3.000 millones de habitantes con acceso a Internet en el mundo, es decir, que las proyecciones apuntan hacia un futuro breve en el que el número de conexiones con Internet será aún mayor que el número de personas vivas.
«Esto significa que las personas están conectadas cada vez más desde más lugares, desde los equipos personales más clásicos y hasta los “wearables” (dispositivos que se pueden vestir), estos últimos son lo más reciente en el mundo de la tecnología», indica.