Tras dos años de espera, fue aprobada la ley de establece un Régimen Regulatorio para el Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MIPYME).

Según explican sus defensores, esta ley contribuirá a crear un ambiente más favorable para el desarrollo  de este sector, hacia donde se han volcado las esperanzas ante la incertidumbre económica que ha generado la crisis financiera de los Estados Unidos y otros países desarrollados.

Según explica Issaachart Burgos, presidente de la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME), uno de los logros de esta ley es, en primer lugar, que permite distinguir entre lo que es una micro, pequeña y mediana empresa. De acuerdo a la Ley, la Microempresa es la “unidad económica formal o informal que tenga un número de uno a cinco trabajadores y un activo de hasta RD$ 3 millones, que genere brutos o facturación anual de hasta RD$ 6 millones”.

Según el documento, la pequeña empresa se define a partir de 16 a 60 trabajadores y un activo entre RD$ 3 millones a RD$ 12 millones.

En tanto que se denominará mediana empresa las que tengan entre 61 a 200 trabajadores y activos entre RD$ 12 y RD$ 40 millones.

Otro punto destacable de esta nueva ley es que crea un reglamento para pago de  impuesto y el establecimiento de los salarios de modo especifico.

Así mismo se establece que en las compras gubernamentales se privilegie en un 15 % a la mipymes y aquellas que son propiedad de mujeres con un 20 %.

La ley otorga un 0.4% del presupuesto del país para apoyo a este sector, y crea las herramienta para el fondo de garantías necesario para facilitar  acceso al crédito.

Una de las luchas de CODOPYME es la creación de un fondo de garantías, con lo que sea posible permitir que las mipymes puedan acceder al crédito formal de la banca, al igual como fue hecho para el sector agropecuario.

Promoción y apoyo.  Igualmente otorga personería jurídica al Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), que hasta la fecha funcionaba por decreto.

Este Consejo tiene como objetivos principales formular políticas que orienten el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, promover el financiamiento a empresas, estimular y fortalecer el espíritu empresarial, promover los sistemas tecnológicos y de gestión, así como proyectos de leyes, decretos y reglamentos que tengan la finalidad de crear un marco institucional acorde con el objetivo de apoyar, desarrollar, facilitar y expandir el financiamiento a mipyme.

Uno de sus principales aportes ha sido la elaboración del Plan Nacional de Competitividad sistémico (PNCS).

A partir de su nuevo nacimiento como ley, PROMIPYME, que fue creado en mayo del 1997 mediante Decreto 238-97, se convierte en una institución descentralizada, lo que le permite obtener crédito en instituciones nacionales y extrajeras y emitir bonos, que puedan ser adquiridos por el fondo de pensiones.

Burgos pondera que de acuerdo a la nueva Ley el  20 % de los ingresos de PROMIPYME deben estar destinados a capacitación y asistencia técnica.

“Esto para apoyar en la modernización y la reconversión tecnológica de las empresas del sector que les ayuden a mejorar su capacidad competitiva y su capacidad para producir bienes exportables”.

Entre sus tantas funciones PROMIPYME debe promover y contribuir en la definición, formulación y ejecución de políticas públicas generales, transversales, sectoriales y regionales de promoción al sector. 

En ese sentido, es importante  apoyar la realización de estudios para determinar las necesidades y demandas de las mipymes y sobre la situación de desempeño de la cadena de valor relacionada con este tipo de unidades productivas.

Impuestos. Entre otros elementos favorables, Issaachat Burgos destaca que pasaría a formar parte  del reglamento de la ley el  programa simple de tributación, lo que contribuiría a ampliar la facilidades de pago de impuestos.

Así mismo, señala, se facilitaría  la formalización apoyandose con la ley de registro mercantil que permite que una empresa con uno  o dos propietarios pueda formalizarse.

En materia de seguridad social, para el año 2009 los trabajadores de microempresas se iniciarían en el régiem subsidiado contributivo. “Esto significa que  una parte del compromiso de pago se la seguridad social seria subsidiado por el estado”.

Burgos recalca que  bajo el régimen actual es imposible para una micro empresa tener esa carga fija mensual.

“Es una forma de estar engañados y de ver la seguridad social como un impuesto no como un beneficio que contribuye a  mejorar la calidad de vida de los trabajadores y de los propios empresarios”.

Paleativo

Burgos agrega que con la aprobación de la ley y apoyo del Poder Ejecutivo al plan estratégico de la mipymes que fue presentado en marzo, se puede  evitar que se sigan perdiendo más  empleos.  

“Entendemos que el Gobierno puede manifestar su apoyo a las mipymes mediante la compras gubernamentales”.

Señala que con la adquisición directamente a las mipymes por parte del gobierno de productos de metalmecánica, muebles, calazados,  pupitres,   uniformes, puertas, persianas, impresión de libros de educación, se garantizaría la subsistencia del sector”.

Con esta medida, considera, se  garantizan empleos que son más del 65 % , “y se crearían 100 mil nuevos empleos en el primer trimestre del 2009”.

Las claves

1.  El futuro

Ha quedado establecida la importancia de la microempresa en términos de  ser una unidad económica preponderante.

2.  Crecimiento

El pequeño tamaño de las microempresas, su escasez de capital humano y físico, más que un problema, constituye  una posibilidad  de crecimiento.

3. Dos posibiliades

Existen dos grupos  dentro de la actividad microempresarial:  uno asociado más a una estrategia de subsistencia y  otro con mayor vocación emprendedora y  mejores posibilidades de desarrollo.

Oportunidades

Uno de los principales problemas o limitantes para el desarrollo de las microempresas con posibilidades de expansión es la falta de apoyo financiero, lo que afecta la capacidad para hacer inversiones en maquinaria, nuevas tecnologías, ampliar las actividades con nuevos negocios, e incluso, pagar insumos y programas de capacitación.

De acuerdo al estudo “Características de las microempresas y sus necesidades de formación en Centroamérica y RD”, realizado por la Red de Observatorios Laborales de Centroamérica y RD, los problemas de acceso al sistema financiero formal se explican por las altas tasas de interés, la gran cantidad de trámites requeridos y las fianzas prendarías.

Los participantes en la encuesta de investigación opinaron que el ordenamiento existente no favorece el crecimiento de sus negocios. Un ejemplo de ello son las  recientes regulaciones impuestas en algunos países a fin de establecer un sistema de contabilidad organizado y formalizar la situación de las empresas en los registros públicos. Sin estos requisitos, muchos no pueden vender a los negocios formales, pues estos últimos exigen comprobantes de pago válidos para poder liquidar impuestos. Piensan que a veces se da una relación desigual porque los grandes empresarios les exigen cumplir una serie de requisitos, como si fueran un negocio grande, imponen sus precios y dejan poco margen de ganancia.

Tanto en RD, como en Nicaragua y Guatemala, se pudo constatar que la regulación excesiva,  en ocasiones produce duplicidad de controles entre las instituciones y ministerios, lo que también se constituye en un obstáculo serio.