Al referirse a la ley (28-01, modificada por la 12-21) de incentivos fronterizos, los alcaldes de Dajabón y Jimaní, Santiago Riverón y Dionisys (Yosandys) Méndez, respectivamente, manifestaron que la legislación no ha logrado el impacto para el cual fue creada.

En el caso de Jimaní, su alcalde se quejó por la falta de empresas de zonas francas que contribuyan al desarrollo de la comunidad. En tanto, Riverón sostuvo que el espíritu de la ley es incentivar los pueblos fronterizos.

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“No estoy de acuerdo con la ley, ahora, si se aplicara como está diseñada, fuera una maravilla”, apuntó el representante del gobierno local.

De acuerdo con la norma, la zona especial de desarrollo fronterizo está integrada por Dajabón, Elías Piña, Independencia, Montecristi, Pedernales, Santiago Rodríguez y Bahoruco, considerando el menor desarrollo de estos territorios con respecto al resto del país. La iniciativa constituye un instrumento de movilización de recursos locales a través de incentivos tributarios especiales a la inversión privada, y operaciones públicas de administración de estos y seguimiento a los resultados.

De esta manera, se persigue impactar el objetivo de cohesión social y territorial que plantea la Estrategia Nacional de Desarrollo.