Leyenda trae maldición del Che

Leyenda trae maldición del Che

LA HABANA,  (EFE).- El mito creado en torno a la figura de Ernesto Guevara se mezcla con la superstición cuando se enumera la cadena de desgracias que cayeron a los involucrados en su captura y su asesinato, una sucesión de casualidades que contribuyeron al nacimiento de la llamada “maldición del Che».

Durante las dos décadas siguientes a su muerte en La Higuera (Bolivia), en 1967, muchos de los que estuvieron relacionados con su captura, su asesinato o la desaparición de su cadáver murieron o sufrieron graves accidentes o agresiones que les marcaron de por vida.

En el imaginario popular comenzó a crecer entonces la leyenda de la “maldición del Che”, como si el fantasma del guerrillero argentino hubiera vuelto dispuesto a tomarse la justicia por su mano.

Los rumores comenzaron poco después de la ejecución de Guevara, cuando, explica el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II en su biografía sobre el Che, una gran sequía asoló la aldea boliviana de La Higuera y se corrió la voz de que el guerrillero tomaba venganza contra los aldeanos por haber permitido que le asesinaran.

Los campesinos no podían olvidarse de la imagen del cadáver, con los ojos abiertos, colgado de los patines del helicóptero que trasladó su cuerpo a la localidad de Vallegrande, donde en 1997 se encontraron sus restos, enterrados en una fosa excavada a un lado de la pista del aeropuerto.

La leyenda creció en 1969, tras la muerte del general René Barrientos, el presidente de Bolivia que ordenó matar a Guevara, que falleció carbonizado en un accidente de helicóptero, aunque, al parecer, su desaparición fue resultado de una de las numerosas conspiraciones golpistas que ha vivido el país y no de la supuesta revancha del Che.

Poco después, Honorato Rojas, el campesino boliviano que delató a la guerrilla de Guevara, fue asesinado por un grupo armado.

A principios de los años 80, Gary Prado, el capitán que capturó al Che, sufrió la herida de una “bala amiga”, al parecer disparada fortuitamente por uno de sus soldados, que le perforó los pulmones y le dejó paralítico.

El teniente coronel Andrés Selich, uno de los militares bolivianos que se entrevistó con el Che durante la noche que estuvo detenido en la escuela de La Higuera, antes de ser ejecutado, fue asesinado cuando fraguaba un golpe de Estado en su país.

Como Roberto Quintanilla, el jefe de la inteligencia del Ministerio del Interior que estuvo presente cuando amputaron las manos del cadáver de Guevara, que fue asesinado años después por una guerrillera.

La “maldición” superó las fronteras bolivianas. Félix Rodríguez, un agente de la CIA que identificó al Che en Bolivia, comenzó a padecer asma -la enfermedad que marcó la vida del guerrillero argentino desde su infancia- tras regresar a EU.

  Cuba lo recuerda
 LA HABANA,  (AFP) –
La gigantesca silueta de un Che de mirada penetrante custodia la Plaza de la Revolución, corazón político de Cuba, donde el guerrillero argentino Ernesto Guevara será recordado  mañana a los 40 años de su muerte.

 El acto central se celebrará en Santa Clara, ciudad liberada por el Che en 1958 en la lucha revolucionaria de Fidel Castro y donde están sus restos, traídos a Cuba en 1997 tras ser hallados en Bolivia, en cuya selva fue capturado el 8 de octubre de 1967 y ejecutado al día siguiente.

 La ceremonia en Santa Clara, 300 km al este de La Habana, sería presidida por Raúl Castro, debido a que su hermano Fidel, quien le cedió el poder el 31 de julio de 2006, aún convalece de una enfermedad intestinal.

 En toda la isla fueron programadas actividades.

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