POR VICENTE SOBREVELA
El presidente Leonel Fernández advirtió anoche al sector empresarial dominicano que debe tener cuidado con una devaluación brusca del peso, porque se convertiría en un impuesto a los pobres y podría generar de protestas y «las protestas callejeras tumban gobiernos».

Fernández habló ante empresarios y funcionarios del gobierno en la gran Cena del Exportador Dominicano anoche en el salón la Fiesta del hotel Jaragua. El jefe del Estado dijo que «lo que pido es que tengamos prudencia y que en esto, tengamos la mayor cautela del mundo».

Manifestó que cuando se produce una devaluación brusca se convierte en un impuesto para los pobres y eso finalmente termina en protestas callejeras como estamos viendo en América Latina. «No hay guerrillas, no hay golpes de Estado, pero las protestas callejeras tumban gobiernos» y advirtió que no se puede jugar con la gobernabilidad democrática.

El jefe del Estado indicó que en el pasado, con el criterio de deslizar la tasa de cambio, fue que el país cayó en un gran problema económico.

Explicó que el problema de la política cambiaria no se maneja a voluntad del gobierno o del Banco Central, aunque entiende que para el sector exportador, resulta importante tener una tasa de cambio competitiva «y soy partidario de que tengamos una tasa competitiva».

«Pero cuidado, porque recuerdo que en la pasada administración se dijo que durante la década de los 90, tuvimos una apreciación del tipo de cambio y que había que dejar deslizar la tasa, y con ese criterio de deslizar la tasa, caímos en el problema en que caímos,» indicó el mandatario.

«De manera que lo que pido es que tengamos prudencia y que en esto tengamos toda la cautela posible», dijo Fernández.

Manifestó que los términos del debate han cambiado en el país, debido a que hace unos siete meses, se pedía a gritos una baja en la tasa de cambio del dólar mientras que ahora quieren subirla.

Explicó que la economía no funciona así, «porque si creemos en una economía de libre competencia, es el mercado el que fija el precio».

«Lo único que hemos hecho en este gobierno es establecer una coherencia, que no existía anteriormente, entre política fiscal y cambiaria o monetaria», dijo. Señaló que, por suerte, durante los siete meses, la actual administración ha podido lograr una baja en la prima del dólar y el peso dominicano ha cobrado su valor.

Dijo que si el país hubiese entrado a un escenario de un peso devaluado y a US$56 el barril del petróleo, «la República Dominicana se convierte en un país ingobernable, porque habría sido imposible satisfacer la factura eléctrica dominicana y los pagos de la deuda externa.»