El expresidente de la República Leonel Fernández afirmó anoche que su rechazo a la reforma a la Constitución no obedece al hecho de que sea “un ambicioso, un mezquino o un obstinado que desafía todos los obstáculos, aunque las circunstancias, supuestamente, no le favorezcan”, como dijo se le ha tratado de tildar en la opinión pública. Consideró esa acusación descabellada. “Mi observación no obedece a razones tan innobles. Resulta, más bien, de una convicción; de valores y de principios que he sustentado con mi propia conducta o proceder”.
Recordó que durante su primera gestión de Gobierno, el presidente del Senado, Amable Aristy Castro, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), le hizo pública la propuesta de reformar la Constitución a fin de hacer posible la reelección presidencial, que lo visitó incluso en su casa, lo que él rechazó.
“Pero el senador reformista no se daba por vencido. Poco tiempo después volvió, pero esta vez acompañado del Dr. Donald Reid Cabral, quien también se sumó a la causa”, dijo, Fernández, quien afirmó que le convencieron de visitar al doctor Joaquín Balaguer y que a él mismo le dijo que no estaba de acuerdo.