¡Libera tu conciencia!

¡Libera tu conciencia!

“¡¡¡Rápido…. Corre, Píndaro!!! –grita Herminio, tratando de mantener el aire con el esfuerzo que hace entre la mascarilla y el sudor que le corre por su frente…-“. “Ojalá y le alcancemos!!! –exclama Píndaro, mientras ambos estiran sus zancadas apretando el paso-… Delante de ellos se mueve –sigilosamente- un personaje cuyo rostro no se define muy claramente, aunque parece un ladrón de novelas… Lleva antifaz y mascarilla –para que no digan que viola las disposiciones sanitarias vigentes… Con sus manos sostiene sobre su hombro izquierdo un pesado saco, de tamaño desproporcionado, en el que parecen moverse algunas cosas que no pueden de inmediato ser definidas por quienes lo persiguen…

“No te distraigas, Herminio, -grita Píndaro- veo que el saco se mueve… ¡Debemos llegar hasta él y alcanzarle!”…. Una ocurrencia le viene a la mente y de pronto grita: “¡Herminio, trata de que tu alma llegue primero y, mientras yo hago lo mismo, ambos vamos a penetrar dentro del saco y convivir con lo que allí está siendo cargado!… Ambos se miran y, por fin sus almas le dan caza al personaje…

En realidad –nos dice Roy Eugene Davis- lo que ilumina los objetos es nuestra conciencia, pero si el objeto desaparece no tenemos ya más conciencia de él. Tanto Píndaro como Herminio están iniciando una experiencia que jamás imaginaron… Van a tener una vivencia a la que invitan a sus lectores… Están aceptando la posibilidad de permitir que sus conciencias sean autónomas y que se establezca una relación sujeto-objeto; con el sólo ver al individuo correr y poder sus almas entrar en ese saco estarán dando vigencia a la existencia del objeto mismo que está dentro de él… En realidad, van a tener una vivencia en la que no hay nadie que los contemple, y quizás nada será contemplado, pero se la juegan y… ¡¡¡Ya están dentro del saco!!!Lo importante es vivir lo que hay detrás de la presencia y la ausencia… Es poder tener la potestad de conocer las conciencias de lo que está dentro de él…

Píndaro y Herminio se ven en un ambiente oscuro y tenso… Hay una lucha interna en la que tres personajes se están debatiendo su realidad… Son Chucho, Jacinta y José… Sus conciencias han sido previamente comprometidas por comportamientos de los que hoy se arrepienten… Ambos miran a los compañeros de saco y les llama la atención que Chucho está luchando por zafarse de ese encierro, mientras intenta rajar la tela desde su interior, ante la mirada asustada de los demás… “Yo sé que ustedes quieren lo mejor para nosotros, pero hemos caído en un gancho de aceptar regalos para facilitar nuestras vidas, pero jamás pensamos –porque eso se nos hace difícil- que estábamos camino a una vida en la que nos estarían condicionando a inconfesados intereses –exclama Jacinta-…A mí no me remuerde lo que hice, pues he estado viviendo cómodamente con el gas que me dan cada mes para cocinarle a mis muchachos… No me he visto en la obligación de escarbar dentro de mí y, ahora, me veo prisionera de mis propios actos y creo ha llegado el tiempo de salir de este saco a toda costa, antes de que sea tarde”…

Mientras ella así hablaba, Chucho sigue luchando por romper el saco… Píndaro, que lo ve atareado le dice “la única forma de que puedas salir de este encierro es analizando tus realidades… Explicándote hasta el último detalle por qué has aceptado no liberarte cuando aún tienes tiempo”…. En ese momento, el ladrón de emociones que los carga remueve el contenido, mientras cambia de manos para agarrarlo mejor y que no se le caiga su presa… Píndaro mira a Herminio le comenta al oído “¿No será que en saco abierto tiene por ahí un gato encerrado para sus presas?”… En ese momento, la oscuridad deja ver un diminuto rayo de luz que penetra al saco… Chucho ha logrado cortar un pequeño, orificio por el que espera que las demás conciencias se liberen…
José –el último en identificarse-, aprovecha y sólo exclama decidido: “¡Vámonos!…

Total, como almas no pesamos y… ¡el saco ni sentirá lo que hemos hecho!… ¡Cuando se venga a dar cuenta será tarde!”. Al verlo, Píndaro exclama: “Al salir, ponte tu mascarilla y ejerce tu derecho de ser libre!”

Publicaciones Relacionadas