Liberalización compra carros impacta en Cuba

Liberalización compra carros  impacta en Cuba

La Habana. De los Servicios de Hoy. La liberalización de la compra de vehículos a partir del viernes pasado en Cuba constituye una de las reformas de mayor impacto de las impulsadas por Raúl Castro desde que sucedió en el mando a su hermano enfermo Fidel en 2006, junto con la aprobación de la compraventa de casas y la nueva ley migratoria, que entró en vigor hace un año y permitió a los cubanos viajar al exterior sin pedir permiso al gobierno, por primera vez en 50 años.

Poder comprar un auto nuevo sin permiso estatal era uno de los reclamos que los cubanos hacían al gobierno de Raúl Castro, que autorizó en septiembre de 2011 la compraventa de automóviles usados, que también estuvo prohibida durante medio siglo.

Los cubanos pueden desde el viernes pasado comprar libremente automóviles, luego de que el presidente Raúl Castro acabara con una prohibición de medio siglo, pero para sorpresa y desazón de la gente sus precios son astronómicos.

Hasta 2011 los cubanos sólo podían comprar y vender los modelos de autos de antes del triunfo de la revolución de 1959, casi todos de fabricación estadounidense, conocidos popularmente en la isla como «almendrones», muchos de los cuales sirven actualmente como taxis colectivos en La Habana.

Para los cubanos, con un salario promedio de 20 dólares al mes, tener un auto representa un lujo: un destartalado coche ruso de los años 80, Lada o Moskovich, puede costar unos 3,000 dólares, pero uno bien conservado vale unos 12,000 dólares.

Un almendrón de los que sirven de taxi también cuesta unos 12,000 dólares, pero los descapotables y muy bien conservados Chevrolet, Cadillac o Chrysler llegan a venderse en 80,000 dólares.

En Cuba, donde no se publican cifras del parque automotor, se estima que existen unos 60,000 «almendrones», una cifra similar de autos rusos de los años 70 y 80, e igual número de coches más modernos fabricados principalmente en Europa y Asia.

El parque automotor cubano es reducido en comparación con el resto de América Latina, lo que permite que La Habana sea una ciudad donde prácticamente no existen embotellamientos de tránsito.

Un vehículo familiar Peugeot 4008 nuevo salió a la venta en 239,250 dólares en la comercializadora estatal SASA de La Habana, mientras que el fabricante francés lo ofrece en sus catálogos en Europa desde 34,150 euros (unos 46,000 dólares), comprobaron periodistas de la AFP.

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