Liberan familia de Pinochet

Liberan familia de Pinochet

SANTIAGO (AFP).- La Corte de Apelaciones de Santiago le concedió ayer la libertad provisional a la esposa del ex dictador Augusto Pinochet y a cuatro de sus cinco hijos, procesados el lunes con arresto domiciliario como autores de evasión fiscal, informó el tribunal.

   La Quinta Sala de la Corte confirmó por unanimidad la decisión del juez a cargo del proceso, Carlos Cerda, que el lunes procesó y ordenó el arresto domiciliario de la familia de Pinochet como autores de declaración “maliciosamente incompleta” de sus bienes ante el Servicio de Impuestos Internos (SII).

La Corte liberó también a otros tres procesados en este caso: la ex secretaria personal de Pinochet, Mónica Ananías, su ex albacea, Oscar Aitken, y la esposa del menor de sus cinco hijos, María Soledad Olave.

De acuerdo con el SII, todos los implicados defraudaron en conjunto al Fisco chileno en casi 8 millones de dólares, al omitir o no declarar inversiones realizadas entre los años 2000 y 2005.

La orden de arresto y procesamiento afectó a la ex primera dama Lucía Hiriart y a sus hijos Lucía, Verónica, Jacqueline y Marco Antonio.

El único de los hijos de Pinochet al cual no se le detectó evasión fiscal fue Augusto Pinochet Hiriart, quien sin embargo fue procesado el lunes por el uso de pasaportes falsos.

La esposa del ex dictador y sus tres hijas también fueron encausadas por este delito, al igual que una ex jefa de la sección de extranjería, Erica Stemann, quien colaboró en la confección de los documentos falsos.

La investigación en contra de la familia Pinochet y sus estrechos colaboradores se abrió luego de que se descubrieran cuentas a nombre del ex dictador en el Riggs Bank de Washington y otros países, con depósitos por 27 millones de dólares.

Los hijos de Pinochet y su madre esperaron la resolución de la Corte de Apelaciones por más de seis horas en dependencias de la Academia de Oficiales Penitenciarios de Santiago (ex escuela de Gendarmería), hasta donde fueron citados por el juez Cerda.

“No hemos tenido todavía el debido proceso. No hemos tenido la oportunidad de defendernos”, dijo Marco Antonio tras abandonar ese recinto al sur de Santiago.

“Aquí han hecho supuestos de que nosotros no habríamos pagado ciertos impuestos. No hay nada en concreto, porque esto es una acusación y no una confirmación”, añadió.

 La única que no compareció en ese lugar fue Lucía Pinochet, que permaneció en su residencia en el Valle del Elqui, a unos 500 km al norte de Santiago.

La noche anterior todos los inculpados permanecieron arrestados en sus domicilios, en un régimen especial de reclusión.

Con la excepción de la esposa de Pinochet, su hijo Marco Antonio, la secretaria Ananías y el ex albacea Aitken -que ya habían sido procesados como cómplices en este caso-, el resto de los procesados debe pagar una fianza.

El juez Cerda fijó una caución que en el caso de Lucía Pinochet alcanza los 150.000 dólares y en el de su nuera, los 500 dólares.

En su resolución del lunes el magistrado acusó a Pinochet y a su esposa de evadir impuestos por un monto de 3,2 millones de dólares, mientras que sus hijos lo hicieron por un valor de 1,2 millones de dólares.

Su ex secretaria personal, su albacea y su nuera habrían defraudado al Estado chilenos en 3,7 millones de dólares.

Pinochet fue procesado por declaración maliciosa de bienes y otros cuatro delitos vinculados a sus cuentas secretas el pasado 23 de noviembre, dos días antes de cumplir 90 años.

Esa vez el ex dictador quedó bajo arresto domiciliario pero de inmediato se le concedió la libertad bajo fianza.

No obstante, permaneció detenido por 49 días hasta el 11 de enero pasado en su residencia de La Dehesa, procesado por otro juez por su responsabilidad en los crímenes de la “Operación Colombo”.

La investigación judicial revela hasta ahora que Pinochet y su familia, apoyados en sus colaboradores más cercanos, montaron una compleja red financiera para ocultar en casi un centenar de cuentas del exterior unos 27 millones de dólares.

Las cuentas fueron abiertas por inversionistas no residentes en esos países y con pasaportes falsos.

A través de esos movimientos, el ex dictador intentó ocultar un eventual enriquecimiento ilícito durante su régimen, con dineros provenientes de las arcas fiscales, fondos reservados y una eventual venta ilegal de armas.

Los dineros permanecieron ocultos hasta que en junio de 2004 una comisión del Senado de Estados Unidos descubrió las primeras cuentas bancarias en el Riggs Bank de Washington.

Luego se descubrieron otras en bancos suizos, de Panamá y de otras ciudades estadounidenses.

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