Liberan seis cóndores en Río Negro, Argentina

Liberan seis cóndores en Río Negro, Argentina

BUENOS AIRES,  (EFE).- Seis ejemplares jóvenes de cóndores fueron liberados hoy en la provincia de Río Negro, en el sur de Argentina, dentro de un programa que se lleva adelante con Chile para la conservación del ave andina.

Se trata de la quinta jornada de liberación realizada desde 2003. En estos cuatro años se han liberado 14 cóndores que comenzaron a volar en Río Negro en una experiencia organizada por el Zoológico de Buenos Aires y la fundación Bioandina, con colaboración de entidades europeas y norteamericanas.

El programa “El Retorno del Cóndor al Mar”, que se desarrolla desde el 2003 en Río Negro, en la Patagonia, tiene el objetivo de reintroducir esta especie extinta en las costas de la región.

“Más de 1.500 personas disfrutaron de la máxima liberación realizada hasta la fecha”, remarcó el director de Fauna de Río Negro, Mauricio Failla, en un comunicado de prensa.

Uno de los ejemplares liberados hoy, de nombre Mallky, había sido soltado hace cuatro años pero el verano pasado quedó aprisionado en una trampa para cazar zorros y se le llevó de nuevo al zoo de Buenos Aires para que se curara antes de volver a liberarlo, indicó.

Otro de los animales, bautizado por los expertos como Kunturi Phawaq, fue criado por incubación artificial en el Zoo de Buenos Aires.

Mientras, los cóndores Antu, Paine Lachiwana y Mahuida son ejemplares nacidos en cautiverio en Chile y a ellos se les suma el macho juvenil Inca, rescatado en el ámbito natural en Salta.

“El resultado de las liberaciones anteriores es extraordinario, a través del sistema de seguimiento satelital sabemos que sobrevuelan en un territorio de unos 70 a 100 kilómetros a la redonda de Pailemán, y se han detectado en la zona costera cercana al balneario Las Grutas”, dijo Failla.

Destacó que “se terminó la leyenda negra de que los cóndores atacaban a los corderitos y los chivitos, e incluso la fantasía de que se llevaban a las criaturas pequeñas».

“El cóndor sólo se alimenta de carroña, es decir, de animales muertos por especies predadoras o por causas naturales. Es el ave más grande de la fauna americana y debemos preservarla” añadió el funcionario.

Señaló que como manda la tradición, antes de abrirse las compuertas de la jaula de las aves, líderes de las comunidades aborígenes mapuches lanzaron al viento plumas de cóndor y pronunciaron una oración para pedir al dios N’guechén la protección de estas aves.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas