LIMA, Perú. El hombre que más se beneficiaría del triunfo electoral de Pedro Pablo Kuczynski en Perú sería el padre de la candidata a la que derrotó por un cerrado margen: el encarcelado exmandatario Alberto Fujimori. Kuczynski comenzó el viernes la tarea de formar un nuevo gobierno, luego de que su rival Keiko Fujimori reconoció su derrota en las elecciones presidenciales peruanas más disputadas en cinco décadas.
Su margen de triunfo fue de menos de 43.000 votos, o 0,2 puntos porcentuales. Aún más desafiante es su posición en el Congreso, en donde el partido de Fujimori cuenta con 73 de los 130 escaños, mientras que su propia facción tiene solo 18. Algunos analistas indican que su mejor posibilidad de aliviar las hostilidades podría ser la liberación de Alberto Fujimori a un arresto domiciliario, sacándolo de la prisión en la que cumple una sentencia de 25 años por delitos de corrupción y por su autoría mediata en el asesinato de 25 peruanos ejecutados por escuadrones de la muerte que actuaron bajo su conocimiento según los jueces que lo condenaron en la década de 1990.
Durante la campaña, Keiko Fujimori firmó una promesa de jamás promulgar un indulto, un acto que tenía la intención de mitigar los temores de que su padre podría estar orquestando su gobierno. Kuczynski podría ser más flexible. En su primera entrevista como presidente electo, reiteró que está en contra de amnistiar a Fujimori, pero que aprobaría una legislación que le daría derecho a los reclusos de mayor edad, incluyendo al exmandatario de 77 años, de concluir sus condenas bajo arresto domiciliario.