Libertad

Libertad

Este próximo lunes 30 estaremos celebrando el Día de la Libertad, el cual se conmemora por el aniversario de la muerte de Trujillo.

Por esta razón, encuentro pertinente explicar, brevemente, mi humilde opinión sobre el concepto  de la libertad.

En principio, la libertad es la situación donde uno tiene la posibilidad de actuar o no sin interferencias, presiones, ni constricciones; ya que es la facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo. Es el estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro, por lo que se conoce como la falta de coacción y subordinación.

A partir de esta concepción se plasman en las leyes los derechos fundamentales de los individuos que les garantizan las libertades de expresión, culto religioso, asociación, tránsito, pensamiento, entre otras. Estas libertades constituyen la base misma de las sociedades democráticas.

La libertad implica también el uso pleno de las facultades racionales, pues el pensamiento es la facultad que nos permite visualizar las distintas opciones que tenemos y poder decidir conscientemente en función de ellas.

Está definido que: “La libertad, en su nivel más elevado, emerge cuando la persona, sujeto de derechos inviolables, es reconocida como tal. Los derechos del otro se convierten así en deberes del sujeto y recíprocamente, los derechos del sujeto constituyen deberes para el otro. En esta situación la libertad, como simple libre albedrío se convierte en responsabilidad”.

En otro sentido, la libertad significa que cada quien puede decidir por sí mismo obedeciendo sólo a su propio criterio y no determinado por otros.

 Esta definición se orienta más hacia la autonomía que cada uno tenemos, por ejemplo: la de vestir como me gusta o elegir el credo que quiera.

Así, mientras que en el terreno individual la libertad entraña la capacidad de autodeterminarnos y autogobernarnos, en el ámbito social la libertad remite al derecho y a la consiguiente responsabilidad de participar en las decisiones colectivas, como la formación de gobiernos, la discusión de las leyes y la elaboración de las políticas públicas; sólo participando de esta manera puede decirse que al obedecer las leyes y a nuestras autoridades nos estaremos obedeciendo a nosotros mismos.

En fin, es libre psicológicamente la persona que es consciente de su propia esencia y existencia, es decir,  que sabe  lo que es y tiene bien claro quién es.  Ésta es una duda que generalmente se resuelve en la adolescencia, pero que algunas personas aun en edad adulta viven como crisis de identidad.

Una persona libre es consciente de sus sentimientos y emociones, los considera y los valora, pero no se deja dominar por ellos, puesto que le da una mayor jerarquía a sus facultades racionales, que al fin y al cabo son los que le permiten tomar las mejores decisiones.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas