En Venezuela está en curso un procedimiento judicial que de haberse producido en un país respetuoso de las libertades públicas no nos preocuparía tan profundamente. Se trata de la demanda incoada el 21 de abril por Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, contra los principales ejecutivos del diario El Nacional de Caracas, el semanario Tal Cual y el portal noticioso La Patilla, por haber reproducido un artículo difundido por el diario español ABC, en el que se afirma que Cabello estaría siendo investigado en Nueva York por supuesto narcotráfico.

La demanda pasaría como algo normal en la dinámica social de un país, a no ser porque el régimen venezolano se ha caracterizado por perseguir con tenacidad libertades que, como la de expresión y difusión del pensamiento, son respetadas en la mayor parte del mundo. La demanda contra estos medios informativos persigue la congelación de sus activos y medidas coercitivas contra sus principales ejecutivos.

Expresamos aquí nuestro justificado temor por el desenlace de estos procedimientos, que están en manos de un aparato judicial no garante de las libertades individuales y sociales, como la de prensa o la de ejercicio político. De principio, la acción judicial y su predecible desenlace es un elemento inductor de auto censura que todos debemos ver con gran preocupación.

TESTIMONIO DE CONCIENCIA SOCIAL 

Las conclusiones del XIII Encuentro Empresarial Padre e Hijos revelan el grado de conciencia social que inspira en estos días al capital como instrumento para obtener legítimos beneficios. Al comprometerse a incrementar las inversiones en América Latina para lograr progreso, generación de empleo y desarrollo sostenible, el sector empresarial representado en ese encuentro asume junto a los gobiernos la tarea de alivianar la pobreza que lastra a estos pueblos.

Estas conclusiones son parte de una convicción que cobra fuerza entre los poseedores del capital, impulsores de iniciativas no solo dirigidas hacia la meta de la ganancia pecuniaria, sino basados en una visión social amplia e incluyente, en la que sector privado y gobiernos han de ser los protagonistas del éxito de las políticas públicas y de la creatividad empresarial privada.