Libia: combates alrededor de Brega, la coalición estorbada por mal tiempo

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CERCA DE BREGA, 1 abril 2011 (AFP) – Los rebeldes libios y las tropas leales al coronel Muamar Gadafi se enfrentaban este viernes cerca del puerto petrolero de Brega, al este de Libia, sin que se registraran operaciones aéreas de la coalición debido al mal tiempo.

En la mañana, el frente se situaba en los alrededores de Brega, pero por primera vez los periodistas no podían acercarse a la zona desde Ajdabiya (80 km de Brega).

Por el momento era imposible saber según fuentes independientes quién controlaba Brega (800 km al este de Trípoli).

Según el comandante del estado mayor interarmas estadounidense, almirante Mike Mullen, «el mayor problema (de la coalición) en los últimos tres o cuatro días ha sido el tiempo».

«Esto ha reducido, sin eliminar, la eficacia» de los aviones que a veces no pueden «ver los objetivos con precisión», explicó.

Las condiciones meteorológicas permitieron a las fuerzas leales a Gadafi lanzar una contraofensiva hacia el este, según dijo.

El jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, estimó en Pekín que el conflicto libio no podía resolverse por las armas y llamó a Gadafi a un alto el fuego.

«La situación en Libia no puede ser resuelta por medios militares. Sólo puede haber una solución política y debemos poner en marcha un proceso político», declaró.

Si bien sus tropas han avanzado en el terreno en los últimos días, Gadafi sufrió un duro golpe político con la deserción y la partida a Londres de su ministro de Relaciones Exteriores, Musa Kusa, una de las principales figuras del régimen.

Esta deserción es «un duro golpe» para Gadafi y muestra que los allegados al dirigente ya no tienen confianza en su régimen, estimó un portavoz de la Casa Blanca.

En los últimos años, Musa Kusa, de 59 años, participó activamente para que Libia recuperase una respetabilidad en el concierto internacional. Fue nombrado ministro en marzo de 2009, después de haber sido jefe de los servicios secretos de 1994 a 2009.

El portavoz del régimen, Musa Ibrahim, confirmó la dimisión de Kusa, destacando que el régimen «no depende de individuos» y aseguró que Gadafi y sus hijos se quedarán en el país «hasta el fin».

El cotidiano británico The Guardian informó que un consejero allegado al clan Gadafi estaba en conversaciones con el gobierno británico. Pero el Foreign Office rechazó comentar la información según la cual había responsables británicos que se habían reunido con Mohammed Ismail, allegado a uno de los hijos de Gadafi, Saif al Islam, para discusiones confidenciales.

El jueves, el coronel Gadafi había afirmado que los dirigentes occidentales habían «decidido lanzar una segunda cruzada entre musulmanes y cristianos a través del Mediterráneo».

Ese mismo día la OTAN había asumido la comandancia de todas las operaciones, que desde el 19 de marzo efectúa la coalición de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.

Según el secretario general de la Alianza atlántica, Anders Fogh Rasmussen, la misión de ésta quedará cumplida «cuando no haya más amenazas para la población civil», pero es imposible decir en qué momento ello ocurrirá.

Fogh Rasmussen es contrario a la idea de armar a los rebeldes, estimando que la OTAN interviene militarmente «para proteger al pueblo libio, y no para armarlo».

En el terreno humanitario, un buque mercante proveniente de Malta con 150 toneladas de ayuda médica y alimentos pudo el jueves ir en ayuda de los habitantes de Misrata, sitiada por las tropas de Gadafi desde hace más de 40 días, según un periodista de la AFP a bordo.

Unas 7.000 personas, llegadas en su mayoría del continente africano, se encontraban bloqueadas en esta ciudad, la tercera del país, donde viven en un campamento improvisado.

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