Libre de humo, la nueva apuesta de las compañías tabacaleras

Libre de humo, la nueva  apuesta de las compañías tabacaleras

La industria del tabaco, cuyos orígenes se remontan a la América precolombina, consciente de los efectos adversos a la salud pública que causa el humo del cigarrillo, y no la nicotina como se creyó durante mucho tiempo, se transforma para no perecer y apuesta a los productos potencialmente menos nocivos.

Datos oficiales recientes de la Organización Mundial de Salud (OMS) aseguran que hay más de 1,100 millones de fumadores en el mundo y actualmente más de 7 millones mueren cada año debido a las enfermedades producidas por el humo. A 7 de cada 10 fumadores les gustaría dejar de fumar, pero lo cierto es que lograrlo no es tan fácil como decirlo. Se necesita ayuda, fuerza de voluntad y alternativas.

En el marco del Foro Global de Tabaco y Nicotina 2017 (GTNF por sus siglas en inglés), celebrado los días 13 y 14 de septiembre en la ciudad de Nueva York, donde se reunieron actores del tabaco, representantes del sector salud, la comunidad científica y miembros de la prensa, se discutió abiertamente el futuro de esta industria en términos de regulación y la posibilidad de un futuro completamente sin humo.

Desde hace una década, con la introducción al mercado del cigarrillo electrónico (EC), se dieron los primeros pasos para la eliminación eventual del cigarrillo convencional y la industria comenzó a tomar acción invirtiendo billones de dólares en estudios y tecnología que les permita desarrollar productos libres de humo.

Estas nuevas alternativas que han entrado paulatinamente al mercado y cuya aceptación por parte de los organismos reguladores aún se debate, prometen ser potencialmente menos nocivos que el cigarrillo convencional en un 90%. Pero, ¿cómo funcionan?

La respuesta está en el vapor. El cigarrillo electrónico en vez de contener tabaco y papel, contiene, entre otras sustancias, una solución de propilenglicol o glicerina vegetal, agua, saborizantes y en muchos de los casos, nicotina. Este líquido es calentado por una batería eléctrica, liberando un aerosol o vapor que puede ser inhalado por el fumador. A esta acción se le conoce como “vapear”.

David Sweanor, abogado para la Asociación Canadiense de No Fumadores, entiende que este cambio de pensar y accionar dentro de la industria podría ser el primer paso para que la gente eventualmente deje de fumar.

“Desde luego sabemos que la razón primordial por la cual la gente fuma es para obtener la nicotina y la nicotina por sí sola no es dañina. Todo en la vida tiene riesgos, pero tratamos de reducirlos y es un esfuerzo admirable”, sostuvo.
“La nicotina no ha matado a ningún fumador. Es la combustión la responsable de aumentar el riesgo de adquirir cáncer o enfermedades del corazón”.- agregó por otra parte el doctor e investigador Konstantinos Farsalinos, del Centro Onassis de Cirugía Cardíaca en Atenas, Grecia.

Inicia una revolución. La multinacional Philip Morris International, que comercializa en República Dominicana varias marcas, entre ellas, Marlboro, Nacional y L&M, actualmente desarrolla cuatro productos o plataformas de riesgo reducido (productos de riesgo reducidos es el nombre que da la compañía a los productos potencialmente menos nocivos), dos de ellas con tabaco y dos con nicotina.

“El año pasado decidimos tomar una decisión muy arriesgada y es construir el futuro alrededor de productos libre de humo, que provean nicotina sin humo y sin combustión. Tomamos esta posición fundamentalmente porque conocemos los efectos que tienen los cigarrillos en los fumadores y no fumadores. Nuestra ambición es que estos productos reemplacen los cigarrillos por completo porque creemos que esto beneficiará a los fumadores y cambiará sus vidas”, comentó a este medio Germana Barba, VP de Asuntos Regulatorios para Philip Morris International (PMI).

La multinacional lanzó en el 2014 iQOS, un dispositivo en forma de lápiz que calienta “heets” o palitos de tabaco a una temperatura por debajo de los 350° C evitando que ocurra la combustión y reduciendo en un 90% los niveles de sustancias nocivas e imitando de la manera más fiel posible el ritual de fumar.

iQOS ya es comercializado en 25 países, incluyendo el Japón, Reino Unido, Alemania, Italia y Suiza logrando que más de tres millones de fumadores se hayan cambiado a esta nueva tecnología y se estima que para el final del 2017, iQOS sea vendido en más de 35 países.

“Los retos del cambio son realmente una oportunidad para que las cientos de miles de personas que fuman en el mundo tengan acceso a productos de calidad”, Marc Firestone, VP Senior y Asesor General de PMI.

FDA abierta al diálogo. Aunque las nuevas intenciones de la industria del tabaco a través de los cigarrillos electrónicos son claras y tiene el visto bueno de un importante porcentaje de los consumidores, ¿cómo convencer a los detractores de esta nueva generación de productos de que realmente reducen el daño a la salud?

Hasta hace poco los organismos de salud se habían mostrado muy escépticos y cautelosos demandando a los fabricantes la presentación de investigaciones científicas sobre riesgos para la salud y otros requisitos, para poder evaluar estas nuevas alternativas.

La Administradora de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) motiva al diálogo sobre la nicotina y reconoce que debe haber un balance entre la regulación adecuada y los productos de riesgo reducido basando todas sus acciones en evidencia clínica.
“Un mundo donde los cigarrillos no creen ni alimenten una adicción y donde los adultos que aún quieran y necesiten nicotina puedan obtenerla de alternativas menos dañinas, debe ser el punto de partida de nuestros esfuerzos. Creemos que es vital encontrar un punto en común”, Dr. Scott Gottieb, comisionado de la FDA.

En el mes de julio del 2017 el organismo sostuvo que estaba considerando regulaciones en productos que redujeran la nicotina por debajo de los niveles que causan adicción, lo cual llamó la atención de la industria.

Durante el foro, Mitch Zeller, director de la FDA para el Centro de Productos de Tabaco, dio seguimiento a la disposición tomada en agosto del 2016, cuando se comunicó a los fabricantes que todos los productos considerados como derivados del tabaco, con combustión y sin combustión, debían ser sometidos a las autoridades del organismo para poder aplicar a nuevas regulaciones. Estas nuevas reglas siguen incluyendo no ser vendidos a menores de 18 años, no ser vendidos en máquinas expendedoras y no ser regalados como muestras.

“Ha habido un tremendo progreso, una gran reducción de fumadores. Las nuevas tecnologías emergentes de proveer nicotina sin combustión son buenas pero siguen siendo un tema de discusión y debate en los Estados Unidos y a la vez una extraordinaria oportunidad para la salud pública”, sostuvo Zeller.

Nuevo juego, nuevas reglas. Ahora bien, la industria insiste en que existe una gran diferencia entre los productos de menor riesgo y los cigarrillos comunes pues ambos tienen efectos distintos en la salud y aunque cada país tenga legislaciones distintas para los productos derivados del tabaco, ¿por qué es importante que cada uno se regule de manera distinta?

Gabriela Wurcel, VP de Asuntos Corporativos para Latinoamérica y Canadá, PMI, sostiene que estos productos son una categoría nueva y no existían cuando se creó la regulación para cigarrillos. Insiste en que la regulación diferenciada es lo que podría estimular a los fumadores a que cambien y que la industria siga innovando en estos productos.

“El componente fundamental de la regulación diferencial es que sirve para establecer estándares mínimos de ciencia y de calidad para que no cualquier producto entre al mercado y el otro componente fundamental es obviamente que estos productos no estén al alcance de los menores”, continuó Wurcel.

Por medio de la regulación también se busca evitar que estas nuevas alternativas lleguen al mercado negro, lo que representaría un peligro inminente para aquellos que buscan opciones para cuidar su salud y menores de edad.

Asimismo, Alex Clark, director ejecutivo de la Asociación de Consumidores de Alternativas Libres de Humo, agrega: “La regulación es indispensable para proteger al consumidor y asegurar la calidad del producto. Desde la perspectiva de un consumidor, espero que a través de una regulación diferente los fabricantes puedan hablar más abiertamente sobre los beneficios de sus productos. Obtener información correcta es la clave.”

Un futuro libre de humo. Suena a utopía hablar de un futuro donde el cigarrillo convencional no sea más que un vago recuerdo y otras alternativas abarroten los mercados, pues muchos consumidores sostienen que el tabaco es parte de la cultura popular y para nadie es secreto que la gente ciertamente disfruta fumar. Pero las tabacaleras apuestan en grande y confían en que pueden lograr esta meta.

“Las personas fuman por una variedad de razones y darles productos que satisfagan sus necesidades con menos riesgo es la forma para lograr que la gente que de otra manera seguiría fumando, deje de fumar. Y no es algo que decimos nosotros, sino los organismos autoridades de salud pública que están al frente de la regulación del tabaco”, indica Gabriela Wulcer, PMI.

Dentro del marco de la conferencia, Derek Yatch, exdirector de la OMS, dio a conocer la noticia de la Fundación para un Mundo Libre de Humo que iniciará en el 2018 presidiendo investigaciones, evaluando alternativas libres de humo y midiendo cómo avanza el proceso hasta eliminar del todo fumar cigarrillos.

Además, Philip Morris International donará aproximadamente US$80 millones anuales durante doce años para el funcionamiento de esta fundación.

La suerte está echada y se espera sea la misma ciencia que ponga cada cosa en su lugar en una industria centenaria que ha experimentado muy pocos cambios en su historia y que ha decidido transformarse dando un giro de 180 grados a sus operaciones y productos.

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