Librerías  tradicionales de la  Capital apenas “sobreviven”

Librerías  tradicionales de la  Capital apenas “sobreviven”

La venta de libros en la Capital se ha convertido en un negocio “agonizante” en los últimos meses. Un negocio que sobrevive casi por nostalgia en algunos pequeños espacios de la ciudad.

 Los calificativos de “crítica”, “incierta” y “difícil” son utilizados por los dueños de las  librerías tradicionales Thesaurus, Mateca, La Trinitaria, Luna y Avante para referirse a su situación, y sus palabras son confirmadas por abundantes letreros de “Se vende” y avisos con vistosas ofertas que adornan sus locales.

Las causas.  El pobre hábito de lectura de los dominicanos, la difícil situación económica y el auge de los libros digitales fueron mencionados por los dueños de librerías como las principales causas de la precariedad que atraviesan.

A esto se agrega el poco apoyo gubernamental y la falta de  aplicación de la Ley 502-08 del Libro y Bibliotecas, que entienden aliviaría sus condiciones.

 Sobre ese aspecto opinó Juan Manuel Pérez Núñez, propietario de la Librería Thesaurus, quien dijo que el bajo nivel de lectura que existe en el país es el principal reto de su negocio, junto al hecho de  que los pocos lectores existentes prefieren cada vez más el formato electrónico.

La librería Thesaurus de la avenida Abraham Lincoln,  fundada en 1999 y  pionera en el concepto de libros, música y café, tiene  un 70% de descuento en toda su mercancía, redujo su empleomanía a menos de la mitad y eliminó una de sus  áreas. 

Soluciones.  Al sugerir posibles salidas, los libreros coincidieron en dos propuestas: más apoyo gubernamental y la aplicación real de la Ley del Libro.

Virtudes Uribe, propietaria de la Librería La Trinitaria de la calle Arzobispo Nouel, manifestó que la situación de las librerías puede atribuirse a un sistema educativo “cuestionable”, que no estimula la lectura.

En ese sentido, sugirió el inicio de un Plan Nacional de Incentivo a la Lectura, en el que participe el sector público y privado, y que sea de carácter permanente.

“La Trinitaria”, que fue  fundada en el  1968, tiene colgado un letrero de “Se vende” en una parte de su tienda. Lo mismo ocurre en la Librería “Luna”, que funciona en la calle José Reyes desde 1972 y cuyo propietario, Luis Luna, afirma que vio mermada sus ventas en más de un 50% en el año que recién concluyó.

 Efecto devastador.   “La desaparición de las librerías tradicionales de la ciudad sería una pérdida cuantiosa para el desarrollo cultural de los dominicanos”. La afirmación es de Antonio Tolentino, administrador de la Librería Avante. En iguales términos se expresó Santiago Povedano, de la Librería Mateca.   

“Los libreros deben modernizarse”

El director de Gestión Literaria del Ministerio de Cultura, Basilio Belliard, afirmó ayer que los libreros tradicionales tienen el reto de transformarse y adecuarse a los nuevos  requerimientos del mercado, con  espacios más  confortables.

 “La tendencia es que los libros estén en los grandes centros comerciales”, afirmó el funcionario, quien se refirió a los negocios que tienen cafetería, área infantil u otras.

La constante oferta de novedades, libros de autores premiados, traducciones y recién publicados son otros atractivos que citó Belliard, al ser entrevistado con relación a la situación de crisis que atraviesan las librerías tradicionales.

De todas formas insistió en que el fenómeno del cierre de las librerías es parte de una situación global, por el auge de las nuevas tecnologías y el libro digital.

Instó a los libreros a buscar estrategias para diversificar sus negocios, como salir de sus locales a los colegios y a las escuelas, suscribiendo acuerdos de estimulación de la lectura con otras instituciones.

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